El grosero error en la construcción del paso bajo nivel de la avenida Hudson, en Florencio Varela, desató un escándalo político en el HCD local luego que el Ejecutivo se lavara las manos respecto a su responsabilidad en el caso. Según afirmaron desde el municipio, a través de un comunicado de prensa, “tanto el financiamiento, como también el proyecto, estuvo impulsado, homologado y auditado por gobierno nacional, a través del ministerio de Interior y Transporte del Gobierno anterior, y por el actual ministerio de Transporte de la Nación”.
Asimismo, informaron que la UTE conformada por las empresas Xapor y Ecas construyeron un paso bajo nivel “no proyectado para la circulación de colectivos y camiones de carga”. Sin embargo, en abril de 2014 el gobierno de Julio Pereyra informó los detalles de la obra y afirmó: “el cruce consiste en un paso bajo nivel de doble sentido de circulación con 2 carriles por sentido y adoptó un gálibo vertical de 4,20 metros, que permitirá el paso de camiones y micros de larga distancia”.
Ante la duda, los ediles de Nuevo Encuentro, Salatino y Camiletti, presentaron un proyecto de comunicación para que los funcionarios el Ejecutivo tenga a bien elevar un informe con los detalles de la obra, los planos, los autores del proyecto, los responsables de la ejecución y dirección del emprendimiento y el verdadero fin respecto al paso de transportes públicos de pasajeros. Previamente, el oficialismo informó a los ediles que no votarían el proyecto, pero una moción de la radical Gabriela Mancuello puso al conjunto de los bloques contra la pared al pedir que las explicaciones las den los funcionarios ante las comisiones correspondientes.
La Presidenta del cuerpo, Laura Ravagni, no pudo contener la incomodidad del bloque oficialista y el desconcierto de Cambiemos, y decretó un cuarto intermedio a pesar de la insistencia de Mancuello para que antes se realice la votación. Según dijeron mas tarde a este medio, a puertas cerradas iniciaron los aprietes a los concejales que acompañaban la moción y la votación terminó con un acuerdo entre los concejales de Pereyra y Cambiemos para cubrir a los funcionarios responsables y un número de soldados propios y ajenos heridos por los pasillos que se preguntaban por qué Alaniz y compañía evitaron confrontar con el oficialismo local.
Según advirtieron desde sus propias filas, buscan evitarle al ministerio de Transporte actual la responsabilidad de no haber auditado la obra al asumir la gestión, o bien, haberlo hecho de mala manera. Además, las rispideces personales entre Mancuello y Cambiemos evitaron el acompañamiento de éste último que está buscando desplazar a la radical de la Presidencia de la comisión de Hacienda, con el aval del peronismo. Mientras tanto, a Nuevo Encuentro le pidieron que retiren el proyecto de comunicación para que no sea tratado sobre tablas y así retrasar su trato en comisión.
Un contrato millonario
El 17 de agosto de 2006, el entonces Intendente Julio Pereyra firmó un contrato de locación con el Ingeniero Civil Daniel Martínez para que éste realizara el diseño geométrico y cómputo para la obra del paso bajo nivel en cuestión. En su momento, el Ejecutivo pagó 85 mil pesos, que a razón de hoy significan $1.120.000.
Sin embargo, desde el Ejecutivo insisten en que la responsabilidad no es propia, sino que radica en las autoridades del Ministerio de Transporte de la gestión anterior. El arquitecto José Acosta, director de Arquitectura informó que “la empresa que se hizo cargo de la obra siguió el plano del diseño del estudio de arquitectura contratado por Nación. Nosotros controlamos que esto se cumpliera”.
En ese sentido, los ediles de Nuevo Encuentro buscan saber bajo qué diseño se realizó la obra y cuál es el proyecto que finalmente se realizó, a fin de encontrar a los responsables.