Tras la suspensión de la primera audiencia en el juicio por las “empresas fantasmas”, el ex intendente de Quilmes Fernando Geronés se refirió a la situación que atraviesa y consideró que se trata de “una causa difícil de explicar” en la cual existen“muchas irregularidades”. Aseguró que la acusación está vinculada con su pertenencia al radicalismo y que tuvo razones políticas.
«No tengo ninguna duda que me pasó porque soy radical (…) cuando salieron al descubierto los testigos encubiertos salió a las claras que hubo una intencionalidad política de la causa: era toda gente relacionada con el intendente que me sucedió (Sergio Villordo) y todos salieron favorecidos después con contratos en el municipio o en la provincia”, sostuvo en declaraciones a El Termómetro.
En ese sentido, si bien resaltó que “no es fácil gobernar con el peronismo en contra”, reconoció que lo sucedido durante su gestión no fue responsabilidad del Concejo Deliberante, donde su espacio era minoritario.
La denuncia, realizada en el año 2002, fue por “el robo de 12 millones de pesos evitando las licitaciones públicas”. En su defensa, el ex jefe comunal mencionó que en el transcurso de estos años la investigación avanzó, “el fiscal pidió la elevación a juicio y el Tribunal de Cuentas siempre juzgó que todo se había hecho de manera correcta”.
En ese contexto, señaló que está a la espera de que la situación se defina y se definió como “una víctima de este proceso” que el próximo lunes lo tendrá sentado en el banquillo de los acusados junto con cinco ex funcionarios de su administración.
“Hace 14 años que estoy con esto, no he vuelto a ocupar un lugar público a partir del daño que se generó. Lamentablemente son las reglas del juego, uno quisiera que hubiera una justicia más rápida pero no es así”, manifestó.
Por otra parte, se refirió al gobierno de Martiniano Molina y se mostró optimista en cuanto a la posibilidad de que el Municipio mejore. «En muchas cosas se ha avanzado. Se podrán equivocar, pero se pueden corregir», expresó.