El pasado viernes, en la Capilla de Calle 815 bis y 894 de Solano se realizó una jornada de homenaje a Agustín Ramírez. La apertura y marco estuvo a cargo de Claudia Ibarra-CTA Solano y Francisca, mamá de Agustín. Se pasó un video de Agustín y su hermano aportó recuerdos de la vida de Agustín como ejemplo de conducta, de compromiso social y actitud ante las injusticias. Un amigo de Agustín, Alberto Fredes, destacó anécdotas que marcaban la postura ante el Servicio Militar Obligatorio y el método de juntar a la juventud del barrio alrededor de los fogones. José Luis Calegari -Centro Angelelli- relató la situación de los pibes en el territorio hoy, de la que Agustín fue emergente destacado. Mencionó que ayer como hoy siguen instalados los aparatos y estructuras políticas-judiciales-policiales-gremiales que condicionan la voluntad y proyectos juveniles. José Luis destaco la dimensión ética de la vida y la práctica de Agustín Ramírez que colisionaba y molestaba a las estructuras delincuenciales mencionadas. “No asesinaron a un buen pibe, mataron al sujeto político y social capaz de acompañar y organizar los cambios sociales”.
Otros compañeros de las muchas y diversas organizaciones adherentes fueron aportando y destacando la obra y el ejemplo de Agustín Ramírez.
Luego de almorzar empanadas y gaseosas se realizó una marcha hasta Donato Álvarez y 826 donde se erigió el monolito recordatorio.
Fueron más de 40 Organizaciones las que participaron o adhirieron pero sin duda alguna quienes participaron o escucharon los debates ya no serán los mismos, el ejemplo de Agustín Ramírez, sin duda, habrá movido la estructura interna de los compañeros.