El Concejo Deliberante de Avellaneda aprobó este jueves la prohibición de la tracción a sangre en el municipio luego de casi un año de trabajar el proyecto que se buscó tratar en el 2022 y quedó interrumpido por la presión de los trabajadores de la economía popular.
De forma unánime, se aprobó la ordenanza que decreta la prohibición de la tracción a sangre animal y el reordenamiento de las actividades de los recolectores urbanos de residuos sólidos y la sustitución paulatina y organizada de los caballos en la comuna.
El expediente establece los plazos de un año de planificación y dos para la implementación, algo que fue criticado desde la oposición, así cómo que no se los haya convocado a la mesa de diálogo. “Hace un año presentamos un proyecto que además de la sustitución de los caballos por vehículos a motor, establecía que a los trabajadores se los ponga en blanco y se fomente la separación de residuos a todos los vecinos”, explicó el edil Fernando Landaburu. Desde el oficialismo argumentaron que se trata de “resolver una cuestión social de fondo y pensar que es un tema que se puede resolver en seis meses es un poco ingenuo”.
Cabe recordar que en julio del 2022 el Concejo iba a aprobar este proyecto pero desde la UTEP fueron al recinto y presionaron para que no lo hagan y finalmente su tratamiento se pospuso hasta acordar los pasos a seguir tanto con los recicladores cómo con los proteccionistas. Ambos sectores estuvieron en la sesión de este jueves para celebrar lo aprobado.
Luego, se trataron (interrupción mediante) algunas adquisiciones de terrenos ya sea por compra o expropiación, que trajeron varios cruces entre los bloques. Uno de ellos para la compra de un inmueble por 8 millones de pesos sobre el cual la concejal Silvia Diana remarcó que en el expediente no está especificado el uso, a quién se lo compra y si posee alguna inhibición o deuda.
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También se expresó sobre la expropiación de un terreno en Villa Domínico marcando que no se cumple con la Ley provincial y no se especifica cuánto va a salir el inmueble ni demás detalles necesarios para hacerlo. Lo propio hizo con un convenio en el marco del programa Casa Propia, ya que argumentó que “se destinan 10 millones de pesos para un mejoramiento que no se especifica».
Además, la dirigente radical también tomó la palabra ante la adquisición de otro inmueble, al señalar que “se compra por 88 millones de pesos y solo se aclara que va a ser un predio de usos múltiples”. Ante la negativa de acompañar estos proyectos por parte de Juntos por el Cambio y Avellaneda Puede, todos fueron sancionados por mayoría.
La oposición también cuestionó la rescisión de un acuerdo de pago con un particular que ganó un concurso para realizar el museo del fútbol. Según el bloque de JxC, el contrato era por 21 millones de pesos y se rescindió el contrato tras pagarle 7 millones de la primer parte y otros 9.400 mil por la rescisión.
El último cruce se dio cuando el presidente del bloque de JxC Maximiliano Gallucci marcó que “muchos de los expedientes no se acompañan porque están mal redactados o no se especifica que se está votando” y se enojó por el trato desde el oficialismo ante estos señalamientos, cuestión que se siguió charlando una vez terminada la sesión.
Por último, de forma unánime se convalidó un convenio para la construcción de cinco viviendas, otro para la remodelación del área de internación del Hospital Perón y otro con la Provincia en el marco del programa Municipios a la Obra.