En una doble sesión en simultáneo el Senado y la Cámara de Diputados bonaerense repudiaron este lunes el atentado contra la vicepresidenta, Cristina Kirchner. El clima fue muy diferente al que exhibió la dirigencia nacional el pasado sábado en el Congreso, donde hubo cuestionamientos cruzados y Juntos por el Cambio se levantó del recinto para no aprobar un texto en el que se hacía mención a los “discursos de odio”. En este caso, los bloques mayoritarios llegaron a acuerdos tanto en el texto como en el tono de los discursos. El Frente de Izquierda y Avanza Libertad se abstuvieron de votar la resolución conjunta.
Las charlas entre oficialismo y oposición se repitieron durante toda la mañana para acordar una sesión donde el repudio sea unánime y los discursos no generen acusaciones cruzadas y rispideces entre las diferentes bancadas cómo sí ocurrió en el Congreso nacional.
Ambas cámaras aprobaron en acuerdo, y a excepción de la abstención del Frente de Izquierda de los Trabajadores y Avanza Libertad, un proyecto de declaración que expresa:
“Repudiamos y condenamos enérgicamente el atentado e intento de magnicidio contra la vida de la Vicepresidenta y dos veces Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner y expresamos nuestra absoluta solidaridad.
Demandamos el pronto esclarecimiento, la determinación y condena a los responsables de estos lamentables acontecimientos, que atentan contra la democracia.
Llamamos a referentes sociales y políticos, y a la ciudadanía en general, a manifestarse por la paz, construir canales de diálogo y demostrar con el ejemplo el respeto por la vida humana y el compromiso con la plena vigencia del Estado de derecho y la democracia».
En el recinto la más dura fue la diputada Susana González, quien reconoció no ser “muy conciliadora”. “Estamos asistiendo una escalada de odio, y en eso hago responsable a los representantes políticos, los medios y la Justicia, dijo, y agregó: “Los medios pueden tener su editorial, sus ideas, pero no se pueden traspasar ciertos límites” aseguró para pedir luego “sancionar” los mensajes de odio y reglamentar derechos como el de libertad de expresión que, dijo, “no son ilimitados”.
En tono conciliador, el vicepresidente de la Cámara de Diputados y dirigente de Juntos, Adrián Urreli, aseguró que tienen que “seguir trabajando en la búsqueda de paz social, sabiendo que la grieta no nos está llevando por un buen camino ante una sociedad que realmente se encuentra conmocionada”. En la misma línea el presidente del bloque de Juntos, el radical Maximiliano Abad sostuvo están en el recinto para “hacer lo que cualquier militante y dirigente debe hacer y sin vueltas, que es repudiar el intento de magnicidio sobre la vicepresidenta de la Nación y expresar la solidaridad de nuestro bloque”.
El Frente de Izquierda, en línea con sus dirigentes nacionales, decidió abstenerse a la hora de la aprobación del texto de repudio y a través del diputado Guillermo Kane sostuvieron que no habrá “ninguna paz social con el gobierno de ajustadores”, además de apuntar contra sectores de derecha y neoliberales. Fue Nahuel Sotelo, el representante de Avanza Libertad quién rechazó esas acusaciones.
En el Senado el momento más picante lo lideraron el senador del Frente de Todos y sindicalista Omar Plaini y el jefe de la bancada de Juntos Cristian Gribaudo, pero la sesión se desarrolló en tranquilidad. Recibió incluso la adhesión de del Arzobispo de La Plata, Víctor Manuel Fernández y los ex gobernadores Eduardo Duhalde y Carlos Ruckauf.
Al finalizar la sesión, en diálogo con El Termómetro, legisladores tanto del bloque del Frente de Todos como de Juntos destacaron el buen clima en que se llevaron adelante las sesiones y cuestionaron a sus propios referentes nacionales por no poder llegar a un acuerdo que los muestre abroquelados ante lo que fue un intento de magnicidio.