En el último año el 83 por ciento de los distritos de la región del AMBA tuvieron superávit fiscal, es decir, que gastaron menos de lo que ingresó a las arcas y el que menos dinero invirtió en relación a sus ingresos fue Avellaneda, sacándole una gran diferencia a los demás territorios de la región.
Con un ingreso per cápita mayor a los otros municipios de la región, pero menor a CABA, San Fernando, San Isidro, Exaltación de la Cruz, Vicente López y Ensenada, Avellaneda fue el distrito de mayor diferencia en todo el AMBA entre los recursos ingresados a la comuna y los gastados, con un superávit del 22,08 por ciento. Es decir, casi un cuarto del dinero que entró en el Municipio no fue gastado.
Para el 2021 el distrito comandado por Jorge Ferraresi había estimado contar con 13.893 millones de pesos, sin embargo, a las arcas comunales terminaron ingresando 32.764 millones, más del doble. Gran parte de esa suba se debió al fuerte incremento de fondos nacionales y al importante aumento en la recaudación.
De esos 32 mil millones, 18 mil millones se gastaron en el último año y unos 7 mil millones fueron comprometidos a obras y programas a ejecutar en el 2022. Además, alrededor de 7 mil millones quedaron sin afectación, lo que da el 22 por ciento de “sobrante”.
Desde el oficialismo no ven cómo algo negativo que hayan quedado recursos sin utilizar en favor de los vecinos. Explican que se cumplieron las metas trazadas para el 2021 y más, ya que se gastó muy por encima del presupuesto y afirman que lo que no tuvo en cuenta fue el fuerte incremento en la recaudación (estaban estipulados unos 10 mil millones y se recobró cerca de 18 mil millones).
Cabe señalar que Avellaneda es uno de los distritos con las tasas más altas del Conurbano y que además cuenta con un importante flujo de ingresos que le da el Polo Petroquímico y la tasa especial a las grandes superficies como hipermercados y shoppings. Esto lo convierte en uno de los municipios más ricos de la provincia.
Además, desde el oficialismo también destacan tener “un colchón” para este año y aseguran que lo malo sería que haya déficit y no puedan hacerle frente a los objetivos planteados. Este crecimiento en las cuentas de la comuna se dio en los últimos dos años, ya que en 2019 tuvo un déficit del 1,84 por ciento.
Pese a esto, hay que remarcar que la cantidad de recursos sin utilizar es muy alta y en todo el AMBA solo se lo puede comparar con San Fernando, que tuvo un 21,78 por ciento de saldo favorable y que se mantuvo en el top durante los últimos cuatro años, aún cuando la tendencia en alguno de esos periodos fue negativa para la mayoría.
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La situación de los otros municipios
El superávit fiscal en el último periodo también se dio en los demás municipios de la región, aunque con valores menores. En ese ítem le sigue Berazategui con 14,52 por ciento, que también tuvo un fuerte crecimiento en este aspecto a partir del 2020 y es el quinto municipio con mayor diferencia a favor.
Un poco más atrás están Lanús, Quilmes y Lomas de Zamora con un superávit de 9,05, 8,12 y 7,13 por ciento respectivamente. Los tres están por encima de la media del AMBA y se encuentran entre los 20 territorios con mayor diferencia entre lo que ingresó y lo que finalmente se gastó.
Los distritos de Néstor Grindetti y Martín Insaurralde incrementaron un poco la brecha respecto del año anterior, mientras que el de Mayra Mendoza bajó esta diferencia en un 12 por ciento. En el 2020 Quilmes había sido el cuarto municipio con mayor superávit.
Ya con un balance más ajustado están Florencio Varela con un 4,61 por ciento, Almirante Brown con 2,28 y Esteban Echeverría con 1,85 por ciento. Varela y Brown redujeron la diferencia de sobrante entre lo gastado y lo recaudado respecto al último año.
En tanto, la comuna administrada por Fernando Gray es la que menor superávit tuvo en el AMBA, pero revirtió un déficit del 8,1 por ciento que tuvo en el 2020, cuando fue el municipio con los números en rojo más altos.