La secretaría del Interior de la Confederación General del Trabajo inició hace, algunas semanas, un proceso de normalización de regionales. En ese marco las CGT de Lomas de Zamora y Quilmes deben renovar sus autoridades, en línea con lo que hace algunos meses se hizo a nivel nacional. Sin embargo, las discusiones locales no están fáciles. No hay avances en las negociaciones y desde la Central piden evitar ir a internas para «no dejar a nadie lastimado». Una medición de fuerzas constantes con presión de actores que ganaron poder en el último tiempo como Camioneros, con el ingreso de Pablo Moyano en el Triunvirato nacional.
El jueves se retomaron las negociaciones, en la sede de Azopardo, por la regional de Lomas de Zamora (con representación en el distrito y los municipios de Almirante Brown, Esteban Echeverría, Ezeiza, Presidente Perón y San Vicente) Estaban en cuarto intermedio desde hace más de una semana a fin de intentar acercar posiciones. El caso es particular, hay dos CGT: la que lidera el hombre de ATSA, Sergio Oyhamburu, con aval nacional de Héctor Daer, que se adjudica el título de «oficial»; y la «Carlos Costello”, que conduce Jorge Torres de Luz y Fuerza.
Hoy el problema pasa por el formato del secretariado. El sector del hombre de sanidad sostiene que tienen mandato de los 54 gremios que lo acompañan para que haya un secretario general con dos adjuntos. Proponen a Oyhamburu para que siga al frente de la conducción, y lo argumentan en las relaciones de poder que tejió el referente de ATSA en la región, especialmente con Martín Insaurralde. Fue concejal y presidente de bloque del peronismo, hoy tiene como representante en el legislativo local a Osvaldo Jerez; mientras que él ocupa un lugar en la pata sindical del Partido Justicialista de la Provincia, también empujado por el Jefe de Gabinete bonaerense.
Del otro lado, la cara visible hoy es Juan «el Tano» Vanati, líder de los camioneros de la región. Junto a los gremios incorporados a la «Carlos Castello», y otros como la Bancaria, buscan armar un triunvirato a nivel local que replique la situación nacional. En ese marco, el hombre que responde a los Moyano quiere uno de los lugares de conducción. Asimismo, aspiran que el trinomio lime parte del poder que consiguió Oyhamburú en el último tiempo.
La reunión del jueves no llegó a ningún acuerdo, critican a la «Oficial» por «caprichosa» al no querer abrir la conducción, mientras que del otro lado aseguran que tienen la representación mayoritaria de los gremios, con acompañamiento de poderosos como Comercio o SMATA, y para ellos prima siempre la voluntad general.
La situación en Quilmes es similar, pero todavía no está mediada por la Secretaría del Interior de la CGT nacional. En la regional que también incluye a Berazategui y Florencio Varela, hoy hay una conducción que debe renovarse. Las posturas hoy están divididas.
Con el recambio generacional que llegó a la UOM y la espalda que ganó con la llegada de Furlan a la nacional, Adrián Pérez, es uno de los que empuja la renovación del triunvirato y se anota para una de las secretarias generales. Histórico gremio poderoso en la región, los metalúrgicos negocian hoy con Ruben Ceballos de Camioneros, para presionar y ofrecieron el tercer lugar a Ricardo Romero, el titular de ATSA Quilmes. Las negociaciones se enfriaron ya que dejaban afuera de la conducción a varios gremios de peso de la región.
Según pudo saber El Termómetro, este sábado Romero convocó a una reunión al titular de los gastronómicos de UTHGRA, Argentino “Tito” Geneiro, y a Andrés Nikitiuk de la Asociación de Obreros Textiles, para avanzar en una propuesta distinta.
En un caso similar a lo que plantean en Lomas, el sector que hoy encabeza la UOM asegura representar a 57 sindicatos y tener 75 avales para sostener su posición en el armado del nuevo triunvirato. Entienden que «ya nadie arrastra» y que lo importante es «sumar cantidad». También se quiere evitar una interna que deje lesionado al sector, sobre todo pensando en las elecciones presidenciales del año que viene y la posibilidad que varios actores terminen jugando fuera del peronismo.
Un actor que todavía no se metió en las negociaciones es Comercio. Afectado en su salud desde hace años, Roberto «Mata» Rodríguez no es parte de las negociaciones y «manda a los pibes» a discutir. Sin embargo, es el gremio con más afiliados de la región y puede ser clave para ver cómo se cierra un posible acuerdo.