Máximo Kirchner pasó esta tarde por Lanús para contar su «verdad relativa». Esa que, según él, no cuentan los grandes medios; esa misma que «la gente tiene que saber» para «tener toda la información a la hora de decidir»; esa que pidió que «los compañeros y compañeras lleven a debatir»; y esa que aconsejó Alberto Fernández que «para obedecer para saber conducir», y que le aclaró al Martín Guzman que sí tiene apoyo político «del FMI y Kristalina Gueorguieva; de la CGT; de los Movimientos Sociales, del Presidente y de Clarín».
En su rol de Presidente del Partido Justicialista de la Provincia de Buenos Aires, el diputado nacional, y ex presidente del bloque del Frente de Todos, encabezó un «encuentro con la militancia» en el Club Podesta de Lanús Oeste, acompañado por el consejo directivo del PJ local, con Julián Álvarez y Agustín Balladares a la cabeza, con la ausencia de Omar Galdurralde, quién se encuentra en un viaje de trabajo en el sur del país como presidente de Lotería y Casinos de la Provincia.
El encuentro tuvo un espíritu más parecido a los actos de la Cámpora que a uno peronista. Si bien participó todo el arco de agrupaciones del Frente de Todos lanusense, solo movilizó el Ateneo Néstor Kirchner. La gente llenó la cancha del club, pero habían puesto una pantalla gigante en la calle que fue poco utilizada. La convocatoria se distanció de la que hizo, por ejemplo, el Movimiento Evita esta misma semana al PJ local para recordar a evita.
Muy puntual, el evento comenzó 15 minutos pasadas las 18hs con la palabra de Julián Álvarez. Comenzó agradeciendo a la militancia y aseguró: «Son ustedes quienes garantizan que pese a los egos y mezquindades que tenemos los dirigentes a quienes nos toca discutir, son ustedes quienes lo que garantizan que nos permita recuperar el distrito y sacar a los porteños de la ciudad».
El ex Secretario de Justicia de la Nación repitió parte del discurso que tuvo para la campaña de las legislativas que lo llevó a ser concejal en el distrito: «Hace 6 años y 133 días que lamentablemente tenemos en Lanús un gobierno de empresarios de la Capital Federal», ahí centró sus palabras en Néstor Grindetti, al que calificó como «socio, mejor amigo y cajero de Mauricio Macri». Le recordó sus palabras sobre que la «militancia kirchnerista no agarra la pala» y le pidió que «ellos agarren la pala con la que se llevaron 44 mil millones de pesos del fondo, porque se la llevaron en pala».
Después de olvidarse, Álvarez presentó a Máximo Kirchner, quien lo primero que señaló fue la unidad a la que se llegó en el peronismo de Lanús y agradeció a Balladares y Galdurralde por haber logrado junto a su espacio una «síntesis».
Allí empezó la «charla con la militancia» de Máximo.
El diputado Nacional volvió a contar la historia reciente del país, desde 2016 en adelante, desde «su verdad relativa». Un término que utilizó en varias oportunidades, en alguna oportunidades como «la verdad» del espacio y en otras como la suya, personal.
Así recordó que Axel Kicillof, en ese momento diputado, ya en el año citado había vaticinado que si no se cambiaba el modelo económico eso «terminaba en el Fondo Monetario Internacional». «Lo teníamos muy claro, no porque seamos muy inteligentes o podamos ver el futuro, sino porque conocíamos por la experiencia», explicó.
En ese punto, aseguró que le preocupa «como compañero y militante, cómo tipo criado en un hogar peronista, es que la gente no se involucre en su destino. Y más aún me preocupa cuando los dirigentes quieren surfear las olas en vez de romperlas». Y quiso «ser claro» cuando se refirió a la deuda con el Fondo Monetario Internacional: «Este problema lo generó Macri, los argentinos no lo teníamos. Es importante tomar dimensión del daño hecho».
Desde este punto el discurso, muy apuntado a Macri, giró al propio Gobierno. Primero se quejó de quienes «creen que las cosas se soluciona con un Twitter; con una foto en Instagram o un Tiktok Es hora de la dirigencia argentina madure porque los problemas son graves». Y pidió «dejar de lado esas declaraciones grandilocuentes» que escuchó «en las últimas horas».
Y tras un recuerdo de hechos y medidas durante la pandemia, Kirchner remató: “al pueblo se lo conduce obedeciendo y cuando uno quiere conducir, debe saber obedecer, y el pueblo manda», por eso aclaró en un mensaje al Presidente Alberto Fernández que «saber conducir un dirigente tiene que haber sido conducido».
Siguió crítica económica. Primero centrada en los empresarios a los que ayudó el Estado durante la pandemia y luego había la gestión: «Nuestro país se cayó 10 puntos en 2020 y el año pasado se recuperó 10 puntos. Por más que los números sean parecidos arriba, abajo no son lo mismo. Si no discutimos estás cosas, debemos preguntarnos cómo el macrismo y la pandemia hicieron retroceder la participación de los trabajadores en Producto Bruto Interno. Bajo el poder adquisitivo y remuneraciones de nuestra gente y subió el de las grandes empresas. Es simple, es obvio».
Y se agarró de esa palabra para apuntarle a Martín Guzman: «Esa palabra que usa tanto nuestro Ministro de Economía a todo le dice obvio» y puso como ejemplos el pedido de Sergio Masa de subir el mínimo no imponible de Ganancias y el pedido que hizo el propio máximo para adelantar las subas del Salario Mínimo Vital y Movil. Y aclaró que no era «un capricho» ni que buscaba correr «a nadie por izquierda. No ando pegando carteles en el Conurbano postulándome para nada».
En este punto aclaró que hablaría desde su «verdad relativa», un término que había usado en plural dos veces antes y bajo la cual buscó responder a la entrevista que dio Guzman en TN, lugar al que aclaró no lo invitan: «Escucho, en los últimos días, que el Ministro de Economía dice dos cosas. Primero dice que no tiene apoyo politico, pero tiene el del FMI y Kristalina Gueorguieva tiene el apoyo de la CGT, la central de trabajadores más grande del país; tiene el apoyo de los Movimientos Sociales, del Presidente y Clarín, que más apoyo querés». De esa manera Kirchner marcó la línea, de los que no están con él.
Pero no se quedó ahí porque contó que descubrió que «hay una nueva causa de inflación, el debate político ¿En serio? ¿No creen que la Inflación se produce porque no estamos poniendo el ojo dónde lo tendríamos que estar poniendo?», y se refirió a los números que dio el INDEC por el aumento en los textiles.
«Encima dicen que Cristina le hace el juego a Macri ¿No les alcanza lo de Lula en Brasil? Capaz los que dicen eso son los mismo que dicen que está todo bien y no le dicen las cosas al presidente para que cambien», apuntó sin referencias específicas.
Así recordó que la última vez que estuvo en Lanús era todavía presidente del bloque de diputados nacionales del Frente de Todos y destacó que se hizo «un gran trabajo, con cosas buenas», como el Aporte Solidario y se preguntó «¿Por qué querríamos hacerle daño a nuestro Gobierno si siempre aportamos para que avance?».
Máximo cerró agradeciendo a los presentes por permitirles «está aclaración» porque el no recorro «los canales que dicen que está todo mal pero a algunos los reciben», en referencia, otra vez a la entrevista de Martín Guzman: «Debe ser lindo, pero prefiero esto».
Y pidió que lleven el debate a «los compañeros y las compañeras. Es un aporte para debatir a donde vamos, es el deseo que tiene cada argentino y argentina de ver bien a su familia, su vecino y salir de poquito adelante». «Hay que poner todo el corazón para cumplir con lo que prometimos allá en 2019, nadie los obligó, tenemos ganas y los tenemos sueños para hacerlo», gritó ante un público que lo vitoreaba.
Como liturgia camporista terminó con un tema de Patricio Rey y Sus Redonditos de Ricota. Máximo bajó del escenario y saludó a la militancia. Mientras, luego de la queja de algunos de los presentes, cuando la dirigencia ya había abandonado el escenario y muchos habían salido, finalmente, sonó la Marcha Peronista.
Que lástima que la mayoría de esa gente no sabe cantar la marcha peronista