La Legislatura bonaerense volvió a sesionar ayer y convirtió en ley la adhesión de la Provincia al Consenso Fiscal propuesto por el Gobierno nacional. Era uno de los temas pedidos con urgencia por el Gobernador ya que el Presidente lo había anunciado en diciembre pasado. Sin acuerdo en Juntos, no se trataron la reforma del sistema previsional de los trabajadores del Banco Provincia ni los nombramientos en el directorio del BAPRO.
El tema salió de ambas cámaras con la abstención de Juntos, lo que abrió la puerta a la aprobación. Según los legisladores amarillo no podían «acompañar el proyecto» y aclararon que están «en contra de cualquier impuesto nuevo».
Según explicaron, el nuevo esquema prevé la colaboración fiscal entre las provincias para la simplificación y modernización del sistema tributario federal; la corrección de desequilibrios y privilegios en desmedro del conjunto de las provincias; y la promoción del desendeudamiento provincial.
El Consenso Fiscal es el resultado de un acuerdo en materia tributaria alcanzado entre el Estado Nacional y los gobernadores y gobernadoras de todas las provincias del país y busca garantizar un crecimiento equilibrado, preservando la autonomía de las provincias y profundizando el sistema federal.
En relación con el Impuesto de Sellos, establece una alícuota máxima del 3,5% a la transferencia de inmuebles; del 3% a la de automotores; y del 2% a los restantes actos, contratos y operaciones alcanzadas por este tributo.
El entendimiento estipula además que, en el transcurso de 2022, las provincias y CABA deberán legislar sobre un impuesto a todo aumento de riqueza obtenido a título gratuito como consecuencia de una trasmisión o acto de esa naturaleza.
Entre otros ejes, el nuevo Consenso Fiscal invita a las jurisdicciones a abstenerse por el período de un año de iniciar procesos judiciales, así como suspender los ya iniciados por el mismo período de tiempo.