Después de dos años del incendio que destruyó gran parte del hospital Arturo Oñativia y tras la reactivación de las obras de refacción a mediados de 2020, trabajadores del centro de salud de Rafael Calzada manifestaron su preocupación por las demoras en la finalización del trabajo. Por estos días, en promedio, la institución médica “funciona al 70 por ciento”.
“Lamentablemente, volvemos a tener una relentizacion de la última fase de la obra de reconstrucción que comprende la parte de quirófano y la sala de parto. En 2019 comenzó la obra, que se relentizó, el año pasado volvieron a trabajar, se entregó la parte de neonatología y terapias intermedias, pero nos preocupa porque seguimos en estas condiciones: sin quirófano y sin sala hace ya dos años”, relató en diálogo con El Termómetro la delegada de Cicop Silvana Scali.
De acuerdo a la información que desde la administración de Axel Kicillof ofrecieron a los directivos del centro de salud ubicado en Ramón Carrillo 1339, el atraso en la conclusión de las tareas de refacción tienen que ver con “hay una falta de pagos de redeterminaciones de precios que no se estarían abonando”.
“La Dirección se comunica con el gobierno provincial. Si la provincia tiene problemas con la empresa, son ellos los que tienen que auditar lo que está pasando y controlar la continuidad de la obra”, agregó la dirigente.
Frente a la imposibilidad de ofrecer todos los servicios, los profesionales deben derivar a los pacientes a otros centros cercanos geogáficamente, tales como el hospital Lucio Meléndez de Adrogué o el Gandulfo en Lomas de Zamora.
“Nosotros somos un hospital zonal, que abarca una zona cercana al hospital. La comunidad tiene que ir a atenderse a esos hospitales y los centros de salud barriales que están sobrecargados por esto, los profesionales de los otros hospitales tienen sobre carga laboral y los pacientes tienen que esperar más para ser atendidos”, describió.
Más allá de este problema específico, Scali se refirió al panorama en el hospital respecto a la pandemia y reparó en que ahora están “mejor que en agosto, cuando fue el pico”.
“Nos estamos vacunando y esto está ayudando mucho, tuvimos muchos compañeros y compañeras contagiados y que fallecieron lamentablemente, pero con la vacunación se abre una luz de esperanza que nos permite trabajar de otra forma”, observó.