En el inicio de la fase de Distanciamiento social (DISPO) en los distritos del Área Metropolitana de Buenos Aires y frente a una tendencia a la baja en los casos de coronavirus, la Dirección General de Escuelas de la Provincia dispuso la reapertura de las escuelas en las zonas que tienen “riesgo medio y bajo” de acuerdo a los parámetros establecidos por el Ministerio de Salud.
“Cuando el riesgo epidemiológico es bajo está la posibilidad de volver a las aulas y, en ese marco, la primera etapa vienen los chicos que presentaron inconvenientes con el aprendizaje con la idea de que vuelvan a estar en contacto con sus profesores y compañeros. Cuando es riesgo medio, son actividades al aire libre”, señaló en diálogo con El Termómetro la subsecretaria de Educación provincial, Claudia Bracci.
En este sentido, la funcionaria explicó que trabajaron en coordinación con los municipios “por si las escuelas no tienen el espacio indicado” para desarrollar las propuestas permitidas. De la misma manera, enfatizó que estarán al corriente de los lineamientos sanitarios para seguir avanzando de acuerdo a los protocolos establecidos.
Aunque sin obligatoriedad, la idea es que “los chicos y chicas que están en los últimos años tengan una participación de tres veces por semana», mientras que para el resto de los cursos será de una sola vez.
“Puede suceder que haya escuelas que no hagan actividades porque son optativas y lo mismo puede pasar con muchas familias que no quieren enviar a los chicos por temor”, aclaró, aunque remarcó que “para los chicos encontrarse con la escuela y los compañeros es importante” con lo cual los esfuerzos estarán puestos en “acompañar en este proceso”.
Más allá de este retorno parcial a la presencialidad, Bracci destacó “el esfuerzo colectivo” realizado durante la pandemia, tanto por parte de los docentes como de las familias y del alumnado. Y si bien aseguró que “la mayoría de las y los estudiantes están vinculados con sus profesores”, hay 269 mil que no lo están y son aquellos a los cuales se los incluyó dentro del programa de Acompañamiento a las Trayectorias y a la Revinculación (ATR).
En la misma línea, indicó que “la evaluación es buena” respecto a la labor desarrollada durante este particular 2020 y desestimó los cuestionamientos que surgieron en torno al desempeño de las tareas de quienes forman parte del sistema educativo.
“Muchas personas sostienen que no ha pasado nada, pero en la educación ha pasado de todo. La política educativa desplegó todo lo que pudo en una situación donde no hay memoria institucional y fuimos capaces de producir otro proceso de escolarización”, afirmó y consideró que, probablemente, muchas de las estrategias implementadas “se van a seguir utilizando”.
En este sentido, reiteró que pese a que “se extraña la presencialidad”, en el corto plazo “nada vuelve a ser como antes” ya que “la escuela no es la misma y va a haber que tener los cuidados pertinentes para poder desarrollar el trabajo de la mejor manera”.