En línea con el reclamo por parte de intendentes del Conurbano y tras años de quejas por las constantes fallas en el servicio de Edesur, la Defensoría del Pueblo bonaerense presentó un pedido el Ente Nacional Regulador de la Energía (ENRE) para quitarle la concesión a la empresa. Desde el organismo sostiene que la situación de la empresa “no da para más”.
“Creemos que la explotación de Edesur en esta zona, que abarca a unas 8 millones de personas, ha llegado a su fin por lo ineficaz que fue. No significa que estemos exigiendo al ente la estatización o una nueva privatización, eso no corresponde por nuestra cuenta, lo que está claro es que a esta instancia hemos llegado por la ineficacia de la empresa”, expresó en diálogo con El Termómetro el secretario de Servicios Públicos del organismo provincial, Gastón Arias.
En este sentido, desde la entidad también pusieron el foco en la actuación del ENRE y remarcaron que “a lo largo de su trayectoria no ha sido eficaz en los controles”, razón por la cual “el Gobierno que asumió en diciembre ha dispuesto la intervención”.
Si bien la problemática por los cortes de energía eléctrica viene de larga data, el funcionario indicó que durante la pandemia se agravó y que “las denuncias al respecto se incrementaron en un 70 por ciento en los últimos meses”.
“No es una visión de los intendentes ni de la Defensoría, es una realidad cruda que padecen los bonaerenses, en el Conurbano sur sobre todo”, resaltó.
En tanto, Arias se refirió también a la importancia de haber logrado poner el debate en el centro de la escena y a las repercusiones que tomó en los distintos niveles de la administración. De esta manera, se mostró con buenas expectativas en cuanto a las acciones por parte de la compañía así como por la intervención estatal.
“Todas las eléctricas que trabajan en la Provincia y en la Ciudad han tomado nota y seguramente se verán acciones positivas en los próximos días, y creo que el Estado va a tomar cartas en el asunto, con lo cual se va a ir solucionando está problemática”, manifestó.
Pese a esto, admitió que “no es una tarea sencilla porque requiere de inversiones que no están hechas, y de tiempo y recursos, todos esos que se prometieron pero que no fueron puestos en el territorio”.