Tres días después de la asunción de Mayra Mendoza a la Intendencia de Quilmes, los empleados despedidos de la papelera de Bernal se movilizaron este viernes a las puertas de la Municipalidad para seguir reclamando por la reincorporación de sus puestos laborales. Los delegados estuvieron reunidos con funcionarios.
El conflicto con la empresa comenzó hace más de dos meses, cuando la multinacional decidió cerrar la planta que tenía en la avenida Caseros. A partir de ahí, se inició una toma pacífica que concluyó con el desalojo que se llevó adelante hace poco más de una semana por parte de la Justicia. Por esa causa, 11 personas quedaron imputadas por el delito de usurpación.
Ante los frustrados pedidos de intervención a la gestión de Martiniano Molina, los trabajadores cesanteados marcharon al municipio para solicitar una audiencia con la intendenta, en “defensa de los puestos de trabajo”.
Una vez que arribaron al palacio municipal fueron recibidos por Alejandro Gandulfo, jefe de Gabinete, y Alejandro De Fazio, secretario de Comunicación y Relaciones Institucionales, quienes se comprometieron a “trasladar” el pedido a Provincia y a Nación, y a mediar con las autoridades empresariales.
Más allá de que son “conscientes” de que el gobierno asumió hace pocos días, uno de los delegados aclaró que “las soluciones” no las iban a encontrar en el municipio, si no en la “lucha”. “Lo vemos como positivo, pero no queremos generar expectativas”, afirmaron.