Ayer, el presidente electo, Alberto Fernández, participó de un encuentro de la Confederación General del Trabajo (CGT) donde repitió la necesidad de «volver a poner» a Argentina «de pie» y para eso aseguró que «hace falta que estemos juntos y trabajemos para sacar al país adelante». Se charló la posibilidad que un miembro del gremialismo ocupe un espacio de gobierno. Mientras la izquierda salió al cruce y dijo que de ser así «integrará a su gobienro al sindicalismo corrupto y traidor».
“Estamos en tiempos en que la Argentina necesita volver a ponerse de pie porque, por más que escriban informes, todos saben cómo se degradó la economía y la educación en Argentina”, sostuvo Fernández y aseguró que «para poder salir de semejante estado de degradación hace falta que estemos juntos y trabajemos para sacar al país adelante, todos, sin distinción».
En ese sentido, señaló que «la Argentina que se viene es la del respeto, tenemos que respetar al que piensa distinto y pedirle que nos ayude, desde la diferencia, porque estoy seguro que muchos de los que piensan distinto a nosotros quieren la misma Argentina”.
Al acto asistieron los integrantes del Consejo Directivo de la CGT, encabezados por Héctor Daer y Rodolfo Acuña; el líder de Camioneros, Hugo Moyano; los gobernadores Juan Manzur (Tucumán) y Sergio Uñac (San Juan); el gobernador electo Axel Kicillof, los intendentes Martin Insaurralde (Lomas de Zamora), Mariano Cascallares (Almirante Brown), Fernando Grey (Esteban Echeverría), Juan Zabaleta (Hurlingham), Pablo De Jesus (Partido de la Costa), y el diputado electo Sergio Massa, entre otros. También participaron el diputado Eduardo De Pedro, Gustavo Beliz y Santiago Cafiero.
El enojo de la izquierda
La izquierda mira de costado el Pacto Social que propone Alberto Fernández y salió al cruce de su encuentro con la CGT: «el presidente electo se reunió con lo peor del sindicalismo corrupto y traidor y confirmó que serán parte de su gobierno», sostuvo el dirigente del MST e integrante de CICOP, Guillermo Pacagnini. En ese sentido, aclaró que el presidente electo: «necesita de sus servicios para evitar todo conflicto social y conseguir ese Pacto Social que viene a salvarle las ganancias a los grandes empresarios y a garantizar el acuerdo con el FMI”.
Pacagnini también anunció que el sindicalismo combativo prepara una movilización: “Esos dirigentes son los que colaboraron con Macri y ahora dicen que hay que darle tregua también a Fernández y no hay que pedir aumento, ni siquiera un bono de fin de año. Nosotros pensamos lo opuesto: que hay que salir a reclamar y a movilizar. Por eso estamos organizando una reunión nacional de dirigentes del sindicalismo combativo para convocar a una gran jornada de cortes y marchas en todo el país para diciembre. Reclamamos romper con el Fondo y un aumento general de salarios, jubilaciones y programas sociales”.