Con el objetivo de buscar “el bien común”, la Diócesis de Quilmes convocó a organizaciones sociales, políticas, y a comunidades religiosas para la creación del “Instituto de Políticas Públicas para la Inclusión Social». El objetivo es diseñar estrategias y herramientas para “llevar alivio” a la comunidad atravesada por un contexto crítico.
“Evaluamos la crisis que vive nuestra zona por la situación económica pero apostamos a la esperanza y la capacidad de poder dejar lo propio de cada uno y buscar lo que nos une, para poder dar respuesta ante esta situación muy grave”, relató a El Termómetro el vicario de la Solidaridad del obispado, Juan José Vasallo.
La convocatoria, encabezada por el obispo Carlos Tissera, se llevó adelante a través de la Pastoral Social diocesana y participaron referentes de Barrios de Pie, la CTA-A de San Francisco Solano, Cáritas, CCC, MTE, y la CTEP entre otros
“Esto responde a la propuesta que hace el Papa Francisco para generar puentes con otras organizaciones para el acompañamiento de la gente de nuestros barrios”, agregó el sacerdote.
Más allá de la cuestión económica, “porque a la gente no le alcanza para llegar a fin de mes”, la charla giró en torno a una serie de problemáticas que se viven a diario en el distrito tales como “el hábitat, el desborde de los arroyos, la situación de los abuelos y el avance de la droga”.
«Buscamos diseñar políticas públicas, no es dejar el Estado de lado. El Estado tiene que dar una respuesta rápida y eficaz, es a quien corresponde, tanto la Nación, la Provincia como el Municipio”, señaló y reparó en la necesidad de “abordar los problemas desde una mirada holística”.
Con buenos resultados en la reunión, aunque aún sin una fecha definida, acordaron volver a encontrarse y analizar “las estrategias que tiene cada uno desde su sector”.
«Se tienen que atender los problemas que afectan directamente. La salud, la educación, la falta de salida laboral: tiene que haber una mirada multidisciplinaria», insistió el religioso.