(Por Christian Skrilec)
La pelea es de fondo, la principal, la más importante que se puede ver en Quilmes y no tenés que pagar entrada. Es más, sos vos el que la define.
Aunque están en la misma categoría, la de intendente, la pelea es desigual. Mientras Mayra Mendoza es la ganadora contundente de la interna de un Frente que gobernará la provincia de Buenos Aires y la Argentina a partir del 10 de diciembre, Martiniano Molina es el representante de un oficialismo que va de salida y sin rumbo fijo después del fracaso electoral del domingo pasado.
Los números que se dieron en Quilmes lo esclarecen, el candidato a presidente del Frente de Todos, Alberto Fernández, obtuvo el 54,42 por ciento, duplicando a Mauricio Macri que apenas llegó al 27,2. En la categoría gobernador Axel Kicillof se quedó con el 52,8 por ciento de los votos mientras que María Eugenia Vidal obtuvo el 30,03.
En lo estrictamente local, es cierto que Martiniano fue el candidato más votado, como muchos se han esforzado en destacar, obteniendo el 30,77 por ciento de los votos, superando a Mendoza que llegó al 28,01, el problema es que la sumatoria de los candidatos de la interna del Frente llegó al 51,68 por ciento.
Traducido en votos, a nivel local, el Frente de Todos sumó 175.769 votos, de los cuales 95.294 ya votaron a Mayra, mientras que Molina consiguió 104.654 votos. La alquimia electoral para la adición y sustracción de votos (cuántos de los votos de la interna pierde Mayra, cuántas personas que no participaron del acto electoral irán a votar en octubre, que votos de otros partidos se pueden rescatar, etcétera) está en marcha. Pero esta alquimia, hoy, choca contra las matemáticas.
No obstante, pese a estas diferencias de peso, la pelea se hace igual. Molina no puede tirar la toalla, y ayer mismo el oficialismo empezó a definir estrategias de cara a octubre. No es descabellado especular que Martiniano busque por todos los medios municipalizar la elección, con el consecuente despegue de Macri y compañía. El intendente Molina, al igual que Grindetti en Lanús y muchos otros intendentes de Cambiemos, están convencidos que su gestiones son aptas para la reelección si no fuera por la política económica nacional.
Por otra parte, Martiniano no está sólo, los referentes del PRO local perciben como la reelección se aleja del horizonte, pero la elección sigue siendo clave para su subsistencia política. No es lo mismo resignarse a tener tres o cuatro concejales más, que garantizarse el ingreso de cinco ediles para constituir un bloque de peso.
En su rincón del ring, Mayra espera tranquila, pero tampoco puede dormirse. Sabe que cuánto más cerca esté el total de los votos que obtengan Alberto Fernández o Axel Kicillof, mayor será su poder político. Esto implica tratar de retener la mayor cantidad de votos posibles del Frente de Todos, suturando las heridas que normalmente deja abierta una interna. Una elección contundente puede lograr el ingreso de hasta ocho concejales, y con ello garantizase una mayoría automática en el Concejo Deliberante que le permitiría gobernar con menos escollos.
También sabe que la campaña no estará exenta de golpes y tendrá que evitarlos, al igual que a la ansiedad de las huestes “kirchneristas”, propensas a cometer errores no forzados ante la cercanía del poder.
Por último, vuelvo a recodar la frase del analista político Rosendo Fraga, quien suele repetir que “un par de meses en la Argentina equivalen a dos años en otros país”, así que no es de descartar que al momento de la pelea electoral, el escenario sea otro.
Gracias por leer.
Se retira el cocinero de quilmes de la intendencia gana Mayra mendosa por un largó porcentaje ya que todos los partidos peronistas de quilmes se unieron a Mayra mendosa el voto de todos los peronistas van a Mayra Mendoza y de los radicales también