A un año de la explosión de la cocina de la escuela primaria N° 49 de Moreno en la que murieron la vicedirectora Sandra Calamano y el auxiliar Rubén Rodríguez, los gremios docentes denuncian que “no cambió en absoluto la política de la gobernadora” en materia educativa y reclamaron por “escuelas dignas y seguras”.
En el marco de una serie de actos y una marcha de antorchas hacia el Congreso, la secretaría general adjunta de SUTEBA, María Laura Torre, dialogó con El Termómetro y consideró que para los docentes “después del 2 de agosto del 2018 nada es lo mismo”.
“Para nosotros no es lo mismo cuando peleamos por el ese las escuelas después de ese dos de agosto. Uno piensa que puede haber situaciones de gravedad en otro rubros, nunca pensamos que en una escuela dos docentes se pueden morir”, sentenció la sindicalista.
En ese marco, elevó el pedido del Frente Gramial docente: “cuando hoy decimos escuelas dignas y seguras decimos que la escuela no puede ser un lugar donde uno pueda perder la vida”.
Para Torre “lo que no cambio desde ese 2 de agosto fue la política de la gobernadora de la provincia” y recordó que “en Moreno no tuvieron clases hasta marzo de este año. Llegamos a tener 1500 escuelas cerradas por problemas en el servicio de gas o luz”.
En un análisis de la situación, cree que “la situación se agravó desde marzo, miles de alumnos de la provincia reciben viandas frías porque a muchas escuelas les cortaron en gas, porque las instalaciones no estaban en condiciones” y criticó que en el marco de la campaña “ningún periodista la pregunto a la gobernadora que pasó después de la muerte de Sandra y Rubén, la gobernadora no puede hablar de educación”.
Asimismo, pidió un “debate colectivo” sobre la educación pública y criticó los números de la Provincia: “la escuche a la gobernadora que antes le daban $6 para comer por alumno, ahora son $27, que con un aumento de la canasta alimentaria que se quintuplicó, es menos que los seis pesos de antes”.