En la recta final de la campaña camino a las primarias, el precandidato a intendente de Avellaneda de Juntos por el Cambio, Luis Otero, se refirió a las agresiones que sufrió durante la apertura de un local partidario y repudió las “viejas costumbres de la política”. Si bien manifestó buenas expectativas en torno a la actuación en las elecciones, reparó en que para ello será esencial que el proceso sea limpio.
“Nos imaginamos es que van a haber una gran aceptación de la gente en Avellaneda y vamos a tener un muy bien resultado (…) Es por lo que estamos percibiendo en la calle: los viejos militantes nos dicen que se está dando una situación distinta y que, si no hay fraude, la posibilidad de que tengamos un buen resultado es muy alto”, expresó en diálogo con El Termómetro.
En ese sentido, indicó que se están “ocupando de la fiscalización” debido a que reciben comentarios respecto a que “en los últimos 30 años hubo picardías y se han cambiado los resultados en el camino”.
“Eso lo cuenta la gente que fue protagonista, que antes apoyaba a otro color político y que ahora nos apoya a nosotros”, agregó.
El periodista aludió, además, al episodio ocurrido la semana pasada en Dock Sud, y atribuyó el ataque de un grupo vinculado con el oficialismo local a prácticas enraizadas a partir de la existencia de “un sustrato fascista por el cual algunos que creen que la política es eliminar al otro y que ganar es voltearlo”.
“Esto tiene que ver con los orígenes de nuestra historia, con las antinomias que nos hicieron tanto mal, no es algo nuevo y algunos siguen fogoneando está situación u viven así sin entender que la política es un punto de encuentro para construir soluciones para la gente. La manifestación del odio no construye nunca, la mayoría de la gente está harta de eso y no quiere que volvamos atrás”, sostuvo.
Con miras al futuro, puso el foco en la propuesta para el distrito que por estos días gobierna Jorge Ferraresi y mencionó que está “trabajando en la gestión y en el proyecto más importante de los últ9mos 50 años para Avellaneda”. En ese sentido, indicó que uno de los puntos centrales será la claridad en la administración ya que, desde su óptica, en la actualidad “no hay un gobierno transparente” porque “no está claro en qué gastan las cosas”.