Una docente denunció que la Dirección de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires la despidió luego que participará de un acto, por el 9 de julio, con el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, en la escuela primaria para adultos 703.
Se trata de Débora Cabanchik, ex coordinadora de la Boca Única Distrital de Avellaneda, quien estaba a cargo de las inscripciones de adultos que tengan que terminar la primaria en el distrito.
Ocurrió hace algunos días. Un grupo de alumnos invitó a Ferraresi a participar del acto por el día de la Independencia en la escuela 703. Además, le reclamaron que el municipio no tenía ningún programa para las escuelas de adultos como tiene para primaria (bicicletas) y secundaria (tablets). El Jefe Comunal fue y anunció que incluía a las escuelas para adultos en unos de los programas. Al otro día la llamaron del Ministerio y le anunciaron que si no impedía el acuerdo con el Municipio ni podría continuar en el cargo.
“A los dos días me comunican telefónicamente que debía dar marcha atrás con todo, que no se avance con el acuerdo con la municipalidad. Después recibí el telegrama en mi casa que prescindían de mi contrato y lo rescindían”, contó Cabanchik a El Termómetro y aclaró que desde la Provincia «no me dieron ningún tipo de explicación. Los coordinadores distritales me dijeron que fueron órdenes que vienen de arriba. Las fotos del acto se viralizaron y dos días después me echaron”. La imagen muestran a la, ahora, ex coordinadora del BUD charlando con el intendente.
La docente, con 30 años en la educación de adultos relató que esa»rama no recibe demasiado apoyo de ningún tipo a nivel provincial. Las escuelas las sostienen los maestros, desde traer elementos o sillas. Funcionamos en cualquier espacio que nos brinden porque la necesidad es que puedan terminar las primarias los adultos que no lo han hecho».
Asimismo, aclaró que había sido nombrada en el cargo por referencias de las inspectoras que conocían su tarea como directora: «Mi gestión como coordinadora era buscar aquellos adultos que no terminaron la escuela y llevarlos. Estábamos en un promedio de 800 personas y el último informe había bajado a 500», contó y repitió: «no encuentro razonas a la finalización del contrato».