En dos meses serán las elecciones para renovar la conducción de la Asociación Trabajadores del Estado y en Avellaneda parece que la campaña ya empezó. Trabajadores del área de salud y educación denunciaron que el sindicato está realizando afiliaciones compulsivas y denuncian complicidad de la empresa encargada de los padrones.
En lo últimos días de mayo, los trabajadores del área de Salud fueron los primeros en notar que sin ningún tipo de autorización habían sido afiliados a ATE. Salud es una de las áreas fuertes de la secretaria general del distrito Susana Ferreyra, delegada del Hospital Perón de Sarandí.
Las mismas prácticas se replicaron en empleados del área de educación, los primeros días de junio, a su cobro, cuando descubriendo un descuento por vinculación sindical que no tenían y también hicieron pública la situación. Hubo situación de alteración al punto de amenazar con prender fuego la seccional si no resolvían el conflicto.
La situación se da de cara a los comicios internos para renovar las autoridades y, según denuncia la oposición a la actual conducción del distrito, en una crisis económica para la seccional que catalogaron de “irreversible” por “una cesación de pagos a los proveedores”. “Agotó la toma de préstamos”, señalaron y desde ese lugar consideraron la medida “una maniobra desesperada” el descuento compulsivo para recaudar.
Además, los trabajadores apuntaron contra la empresa CADIS encargada del padrón electoral y que, llamativamente, había sido puesta en duda por la propia lista Verde y Blanca, a la cual pertenece Susana Ferreyra, en las elecciones de 2015, por manipular los listados de los habilitados para votar.
La lista Verde anunció que irá a la Junta Electoral con todas las denuncias presentadas por los trabajadores y darlos de baja. Además señalan que la seccional perdió 700 afiliados en los últimos años.