En el contexto de la crisis laboral que afecta al país, los trabajadores de la autopartista Viauro de Burzaco viven momentos de incertidumbre ya que la empresa despidió el lunes a 16 empleados y pretende indemnizarlos con el 60 por ciento. Si bien ayer tuvieron una reunión en la sede local del Ministerio de Trabajo y por dos semanas se mantendrán en su puesto, estiman que el panorama no se revertirá.
«Estamos esperando que la empresa, que presentó la quiebra, recapacite, reincorpore a los empleados o que mejore la oferta. El martes que viene tenemos otra audiencia”, relató a El Termómetro el delegado Maximiliano Miguens y mencionó que dictaron la conciliación obligatoria por dos semanas.
Con la reincorporación temporal de los despedidos, la planta situada en Carmona 2280- ubicada en el Sector Planificado Industrial de Almirante Brown- tiene un total de 60 empleados, la mayoría de los cuales supera los 15 años de antiguedad. A principios de año ya habían desvinculado a otros.
“En ese momento nos dijeron dichos amenazantes sobre otro achique en la empresa. Dijeron que tenían la intención de despedir otros veinte”, recordó sobre lo que finalmente se concretó este lunes.
En tanto, más allá del difícil panorama económico general, los trabajadores no creen que los despidos sean consecuencia de las pérdidas de la compañía, sino que consideran que la reducción del personal se debe a que “el trabajo de lo llevan a otro lado”
“Si no nos quieren más, que nos despidan con lo que marca la ley
Ahora quieren pagar el 60 por ciento y en cuatro cutas”, señaló y reparó en la falta de inversión que desde hace años se percibe en las instalaciones, “donde las máquinas son obsoletas ya que tienen más de 40 años”.
Pese a esto, consideran que los niveles de producción se van a mantener porque los dueños “quieren que trabajen más y cuando se concreten (nuevos pedidos) van a tomar gente con menos antigüedad o por agencia”.
A la espera de la resolución, luego de una jornada de protesta realizada el martes, destacaron el respaldo de trabajadores de otras fábricas así como de la Juventud de la seccional Avellaneda de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM).