Tras la marcha realizada ayer en contra de la prohibición de la tracción a sangre que comenzará a regir en Berazategui, el grupo de carreros que impulsó la manifestación ratificó su negativa a «trabajar para el reciclaje del Municipio» porque consideran que «es un robo» ya que el pago que ofrecen es mínimo. Además, señalan que las bicicletas que ofrecieron para reemplazar a los caballos son insuficientes para la cantidad de personas que realizan la actividad en el distrito.
Según relató a El Termómetro una integrante de la CTEP, Liliana, en la comuna que gobierna Patricio Mussi hay 1500 familias que se dedican a la recolección de material reciclable, las cuales se ven afectadas por la decisión municipal.
“Esto nos perjudicó a todos y por es hicimos el reclamo, porque queremos seguir trabajando o queremos un trabajo digno, no una bicicleta. Hay gente que no tiene cooperativa ni otro sustento y una bicicleta no le sirve”, reclamó la mujer en alusión a la medida del gobierno local.
En este sentido, explicó que rechazaron el ofrecimiento porque les dijeron que debían desarrollar la tarea para el proyecto de reciclado que inició la administración comunal ya que les pagan “mucho menos” que en los centros habituales de acopio de papel, cartón, vidrio y demás.
“Había un precio de los cartones, nos dieron una lista y dijimos que no porque estaban menos de lo que nosotros juntamos: nos pagan dos pesos el kilo y a nosotros en un deposito nos pagan cinco (…) Dijimos que no porque teníamos que trabajar para ellos y nos amenazaron con que si no iban a iniciar causas penales”, relató.
Si bien la ordenanza comenzará a regir el 1º de mayo, la mujer señaló que las y los carreros ya dejaron de circular por temor a que les saquen su herramienta de trabajo. Frente a esto, después de la asamblea que tendrán mañana, adelantaron que volverán a manifestarse y- de no obtener respuestas- acamparán en las inmediaciones del palacio municipal.
“Seguiremos luchando para que nos dejen trabajar o que se cambie algo para que podamos dejar el carro y podamos vivir en paz”, concluyó.