(Por Christian Skrilec)
La política nacional ha sumergido a los representantes de Cambiemos del conurbano en una ciénaga donde les cuesta mantenerse a flote. En la Tercera Sección electoral, donde los denominados “sin tierra” tenían, hasta hace apenas un año, esperanzas de competir de igual a igual con los intendentes peronistas, hoy se resignan a poder “colar” un par de concejales. Intendentes de grandes distritos como Martiniano Molina en Quilmes y Néstor Grindetti en Lanús, ven peligrar su relección al ritmo del desbarajuste de la economía.
Desde las cercanías de Vidal se transmiten algunas ideas respecto al escenario electoral. Se considera que Jorge Macri en Vicente López, Diego Valenzuela en 3 de Febrero y Grindetti en Lanús traccionarán votos; se mantienen expectativas respecto a lo que puedan hacer Molina en Quilmes y Julio Garro en La Plata; y se busca ordenar el aquelarre marplatense, entre otros asuntos, que sumados, se cuentan por miles de votos que fueron claves en 2015 y 2017.
Salvo que el peronismo-kirchnerismo se parta en busca de la unidad, la expectativa oficialista no es sumar, sino mantener los votos del AMBA y de las grandes ciudades de la Provincia de Buenos Aires. No es fácil. Paradójicamente, el “macrismo” no ayuda.
Mientras los expertos en blindajes jugaban al distraído con la pantanosa realidad de las mayorías del conurbano, cualquier escriba de la región percibía desde comienzos del año pasado que la candidatura de Macri era un salvavidas de plomo. Hoy, el peso de ese plomo, se cuantifica en cualquier encuesta.
El intendente Jorge Ferraresi, encomendó medir la intención de voto en Avellaneda. Aseguran que los números cambiaron el panorama respecto a fines del 2017, cuando Gladis González era electa senadora nacional y se perfilaba como una candidata competitiva a la intendencia. Ni la cercanía con la administración Larreta en CABA, ni la presión mediática oficialista sobre Ferraresi, ni la pre-candidatura del ex presentador de noticias Luis Otero, son una preocupación. Aseguran en la proyección de los números, que en Avellaneda, Cristina Kirchner duplicará en votos a Mauricio Macri en la elección de octubre. Otro dato interesante, es que en el casillero de gobernador, María Eugenia Vidal mantiene un 35 por ciento de los votos, y sólo le daría pelea Axel Kicillof, una admisión fuerte proviniendo de la denominada “cuna de la resistencia kirchnerista”.
Esto explica porque la mayoría de los dirigentes bonaerenses de Cambiemos mantiene la ilusión de una deflexión de Macri en favor de la candidatura presidencial de Vidal. Y también revela el olor a mugre interna que se percibe en las filas oficialistas. Desde el tironeo por la situación del Juez Ramos Padilla hasta la balacera en la estación de servicio en Sarandí, donde perdió la vida un comisario de la bonaerense, huelen a juego sucio.
Por otra parte, en Quilmes, funcionarios de Martiniano Molina no ocultan su entusiasmo con el resultado de las reuniones que está llevando adelante el Intendente con vecinos del oeste del distrito. A pesar de los reclamos por los servicios públicos y la inseguridad (denominadores comunes de las reuniones), la empatía de Martiniano y un nuevo bagaje de argumentaciones arrojan resultados positivos y mejoraran la percepción del vecino.
Pero el problema es el mismo que en el resto del conurbano, Macri embarró la cancha hasta convertirla en un lodazal electoral. En dos de los principales centros comerciales de la zona sur, como la peatonal Rivadavia en Quilmes centro y la Avenida 844 en San Francisco Solano, se multiplican los locales vacíos y las liquidaciones por cierre. Es muy difícil caminar sin que te salpique el barro de esa publicidad negativa
Otro ejemplo contundente es Lanús. Un año atrás no había una figura que tuviera ganas de enfrentar a Grindetti en la elección local. La gestión se fue robusteciendo con el paso del tiempo y la imagen del Intendente transformaba la reelección en un trámite. Pero el pronóstico se modificó, y no causará extrañeza que las tropas de Cambiemos en el distrito se ocupen de repartir una boleta sin el cuerpo que corresponda a la categoría Presidente. Hay que entenderlo, Macri resta.
Gracias por leer.
*Publicado en la edición Nro. 927 del semanario “El Suburbano”.