(Por Christian Skrilec)
El peronismo mantiene en su ámbito decisorio demasiados dirigentes que prefieren sentarse a leer el diario en su versión de papel, organizar actos con bombo y marchita, y efectuar llamados con teléfonos a disco. Pese a aceptar, no sin esfuerzo, que la endeble gestión de Cambiemos se sostiene fundamentalmente en la comunicación a través de medios y redes sociales, todavía no reconocen que sus métodos de seducción política dejaron de funcionar hace tiempo.
Chiche
Chiche escribe una carta. Aquí, en Quilmes, intenta “viralizarla” Walter Di Giuseppe. El ex secretario Legal y Técnico de Gutiérrez se reunió con el ex presidente “de hecho” y ex gobernador Eduardo Duhalde, marido de “la chiche”.
Hilda González de Duhalde, la mencionada Chiche, le escribe a las “Manzaneras”, históricas referentes territoriales de la esposa del ex gobernador. Las extraña, les tiene cariño y les dice que estaría bueno juntarse.
Les recuerda que la red solidaria que tendieron se ha reducido al mero uso de una tarjeta, impersonal, y que los viejos programas sociales se fueron diluyendo cuando los Duhalde dejaron el gobierno bonaerense. Eso fue en 1999, hace veinte años. No sólo las Manzaneras cambiaron, hasta las manzanas son diferentes.
(Una salvedad, el uso de la tarjeta alimentaria limitó la extorsión “punteril” de la que eran víctimas buena parte de los beneficiarios de los planes sociales ideados por el “duhaldismo”)
Volvamos, volver, “20 Años no es nada” dice el tango, pero en este siglo es una eternidad. El peronismo atrasa, es viejo, no sólo en sus dirigentes, sino en sus prácticas, pero fundamentalmente es viejo en su forma de comunicar. Repito, el peronismo atrasa, como Chiche.
Pato
Juan Patricio Mussi, Pato, el hijo del Doctor Mussi, comunica de otra forma. Se perfecciona en la utilización de las redes sociales. Instagram y Twitter son sus favoritas, e instó a su padre a transmitir charlas por Facebook.
Cuentan que Pato tiene un equipo de trabajo dedicado a la exploración y explotación de la Big Data. Pato quiere comunicar distinto, busca hacer política peronista de otra manera. Mientras tanto, el Doctor, su padre, ex duhaldista y ex kirchnerista, continúa visitando centros de jubilados, escuelas, clubes de barrio y cualquier entidad intermedia que haga un evento. La mezcla de estilos les garantizará la continuidad y probablemente el futuro.
La exageración no es buena, montar un “stand up” para abrir las sesiones ordinarias de Berazategui, pareció una extralimitación del Intendente Patricio Mussi. No obstante, podría decirse que su desapego por la formalidad institucional es producto de la herencia más que de la tecnología.
Mayra
Ahora, Mayra Mendoza, la diputada nacional y precandidata a intendente de Quilmes por Unidad Ciudadana, también individualiza a los vecinos que visita. El fin de semana pasado visitó a Miriam en Villa Itatí, que evidentemente y según los tratados, ensayos y papers de sociología y comunicación que puso en práctica Cambiemos, es más importante visitar a Miriam que a los vecinos de Villa Itatí.
Las prácticas políticas y los métodos de comunicación no cobran derechos de autor. Mayra también descubrió que Instagram y Twitter otorgan más rédito político que un acto con bombos y banderas, y que la individualización rinde más que el colectivo.
Hay que mostrarse, incluso a través del todavía vigente afiche. Los vecinos saben a través de la gráfica en vía pública, que hay un gordito simpático con gesto bonachón al que le dicen “Vincha” (el Juez de Faltas Ardían Rodríguez); o se dan por enterados que “Hay Frente Patriótico” según afirma con una particular sonrisa el concejal y pre candidato a Intendente Ángel García.
Cambiemos
Hay un cambio que no se discute, hasta ahora, el único visible que logró Cambiemos, y es en los mecanismos de la política. Sartori advirtió hace tiempo que el discurso se diluye ante la imagen. Hoy, las redes sociales y la web pueden afectar tanto o más al votante que su realidad cotidiana. El resultado del Brexit es prueba de ello.
Si la oposición quiere ganar, necesita adaptarse a las reglas de juego. Lo positivo para el peronismo, es que no atrasa en su doctrina, atrasa en su forma de comunicarla y en el estilo repelente de muchos de sus comunicadores.
Gracias por leer.
*Publicado en la edición Nro. 926 del semanario “El Suburbano”.