Si bien hay una paralización de los actores políticos en los distritos ante la incertidumbre general generada en parte por la crítica situación económica y las dudas respecto de las candidaturas en todos los espacios políticos; el intendente de Quilmes, Martiniano Molina, comenzó a cambiar algunas estrategias de cara a la elección.
En los últimos días se mostró en reuniones o recorridas con vecinos, que se concentraron por ahora en Quilmes oeste, donde cuenta con buena parte de su base electoral, que fue erosionada con el desgaste de gestión. La semana pasada se reunió con un grupo de vecinos de Barrio Parque Calchaquí para analizar juntos las distintas problemáticas del barrio como la seguridad y los servicios públicos.
Con otro grupo recorrió las obras del Metrobus sobre la Av. Calchaquí, que según dijo será inaugurado en el mes de Mayo. Es la obra más importante que el intendente tiene para mostrar en el año electoral y con la que esperan seducir al votante de la zona oeste del distrito. Los mismo hizo con otros vecinos con quienes recorrió el Centro de Emergencias, ubicado donde funcionaba el reconocido boliche Eiseland, para, según Molina que “conozcan cómo funciona el sistema de cámaras y todos los servicios de seguridad y asistencia de la ciudad”.
Si bien son grupos chicos de gente, desde el oficialismo se entusiasman “cuando llega lo llenan de reclamos pero después se van conformes” y confían fuertemente en el carisma del jefe comunal en el cara a cara con el vecino.