El Concejo Deliberante de Avellaneda volvió a ponerse en funcionamiento, luego del receso, con una muy corta sesión de poco más de 20 minutos. Hubo muy pocos expedientes para tratar pero entre ellos figuraba la imposición del nombre República Bolivariana de Venezuela a la plaza inaugurada en Sarandí hace algunos días. La oposición aprovechó su tratamiento para volver a vincular a la gestión de Ferraresi con lo que denunciaron como la «dictadura de Maduro».
Si bien el nombre fue aprobado por unanimidad, el acompañamiento de la oposición llegó porque «nadie está en contra que se cree un espacio, en una zona que tenía una decadencia bastante grande, que además tiene ahora a la escuela Simón Bolivar refaccionada y es el nombre de un país latino americano, con lo que estamos todos de acuerdo», sin embargo, no dejaron pasar la oportunidad de retomar el debate público que se dio hace algunos días.
En ese sentido, en diálogo con El Termómetro, el edil de Cambiemos, Rubén Conde, contó que el bloque criticaron «las motivaciones con la que se hizo el acto de reinauguración de la plaza que fue una levantada de imagen del gobierno de Maduro, con la situación que hay en Venezuela. Ahí tenemos una visión completamente diferente a la que tiene unidad Ciudadana. Nosotros rechazamos la dictadura de Nicolas Maduro, no sólo por la represión que existe internamente y los problemas humanitarios, sino porque deshizo una Asamblea Nacional con mayoría opositora; se llamó a una elección nacional que tuvo bajísimos niveles representatividad y con una empresa que fue la que contrató el propio gobierno que reconoció que se agregaron más de un millón de votos dibujados».