En línea con el panorama crítico que viven muchas fábricas de la región, la Cooperativa El Progreso de Quilmes dio a conocer que su continuidad se encuentra en peligro debido a los enormes gastos en los servicios en general, y por una deuda con Metrogas en particular.
«Tenemos tarifas dolarizadas y eso es muy complicado. Tenemos una deuda de ocho millones de pesos y presentamos una propuesta para el pago, pero si la respuesta es negativa tendremos que apagar los hornos”, relató en diálogo con El Termómetro el presidente del Consejo de la cristalería, Walter Cortez.
Pese a que en los últimos tiempos se agravó, la situación en la empresa quilmeña no es nueva y hace algunos años se habían reunido con el por entonces ministro de Energía Juan José Aranguren, pero tampoco obtuvieron las respuestas necesarias. Un ejemplo del difícil momento que atraviesa la industria del vidrio es que “cerraron todas las fábricas de la región” que hacían artículos de ese material. Y la constante suba en las tarifas fue uno de los desencadenantes de este duro presente
“Tenemos más de 70 años de fábrica y cada vez estamos peor”, agregó, aunque remarcó que a pesar que “esta época es complicada, dentro de todo hay ventas», observó.
Ante esta situación, los referentes de la planta situada en Ezpeleta – que tiene un total de 210 empleados- se reunieron con el intendente Martiniano Molina y ahora están a la espera con las autoridades del Ministerio de Producción bonaerense.
«Estamos tratando de defendernos para que no nos saquen los puestos laborales, somos una cooperativa genuina, no una fábrica tomada”, expresó Cortez y calificó la situación como “lamentable”.