(Por Christian Skrilec)
Inevitablemente tenía que volver al facilismo de la analogía con la antigua profesión del Intendente: la cocina. Entiendo que el lector reconocerá que es un título tentador. Pero también, es la metáfora adecuada para explicar asuntos que no pueden ser revelados con las viejas herramientas de la política. Hay que aceptar que la gestión Molina no tiene la misma lógica, o la lógica de la acción política tradicional. En lo personal, entender sus movimientos, es un desafío.
Digamos también que uno es víctima de la vieja lógica, y supuso desacertadamente que los movimientos, más sutiles de lo que se habían pronosticado, en el gobierno nacional, no tuvieron ningún correlato en el distrito. El resto de los actores de la política, conspicuos integrantes del gobierno, y buena parte de la prensa local, supusieron que Martiniano aprovecharía la “tormenta” para sacarse de encima algunos de los funcionarios cuya actuación es a simple vista desastrosa. No pasó nada, ni achique del organigrama, ni reducción de cargos, ni cambios de nombres. Nada. Se está evaluando, dicen. Evidentemente la evaluación es positiva, contradiciendo a las encuestas promedio, que califican a la gestión de manera regular, por ser generosos.
Otro tema para analizar, es la pasión del Intendente por sacarse la foto equivocada. Nadie va a cuestionar una foto conjunta con otros integrantes de Cambiemos que a veces es inevitable, como la recientemente difundida imagen del Intendente de Quilmes junto al senador bonaerense Walter Lanaro, y lo más degradado e indolente de los referentes distritales “sin tierra”, esa foto, tal vez, en alguna parte sume.
Pero hay cosas inentendibles, como los festejos del Día del Maestro junto a Sánchez Zinny. El titular de la educación bonaerense es el Ministro con peor imagen de la Provincia, cuestionado por todo el arco gremial, fagocitado por el escándalo de Moreno, y con escraches permanentes en cada distrito que aparece. Ningún Intendente quiere una foto con Sánchez Zinny el Día del Maestro, es una imagen negativa por dónde se la mire. ¿Cuál es la razón, visto y considerando el estado de las escuelas de la ciudad, por la que se le presta el escenario de Quilmes al Ministro?
Es lógico que el Intendente Molina busque la foto con la gobernadora Vidal, o con intendentes como Posse (San Isidro), Grindetti (Lanús), Macri (Vicente López), referentes políticos y de gestión. Pero salir al lado de Garro, a quién el gobierno bonaerense financió hasta la duplicación de su presupuesto para que el intendente platense tenga una imagen negativa que ronda el 60 por ciento; o abrazarse Ducote (Pilar), a quien la cúpula de Cambiemos considera intelectualmente flojo, no se entiende.
La política suele ser mucho más elemental de lo que parece. “Nosotros hicimos obras que no se hicieron antes porque los otros se robaron la plata”, es la frase que repite Martiniano como un mantra y replica hasta el hartazgo la comunicación oficial. No le falta razón, el 2017 fue un año record de obra pública para Quilmes y eso no se lo quita nadie. Como tampoco la ineficacia de la anterior gestión en el mismo rubro, sea por corrupción o por ineptitud. Pero honestamente, como discurso reeleccionista, me suena a poco.
No quiero caerle a la comunicación, porque entiendo que es muy difícil difundir información oficial en tiempos de crisis, pero de ahí a promocionar la compra de termo tanques a energía solar desde el Municipio, parece un exceso. Me sorprendería menos en municipios de zona Norte, o en lugares donde las necesidades son otras, o si la mayoría de los quilmeños viviera de otra manera a la que vive. En este sentido, es menester arriesgar que a la abrumadora mayoría de los vecinos de Quilmes no participa, no le interesa, y no le parece un acto trascendente de gestión la “Feria Alimenta”, esa aventura naturista que el gobierno transformó en política de estado.
Vuelvo al comienzo, esto no es una crítica, es un intento de interpretación. Como ya se planteó en esta misma página, Gutiérrez fue el primer Intendente reelecto sin gestión, y Molina puede ser el primer intendente reelecto sin política, o con una política cuya receta se compone de ingredientes desconocidos, que personalmente, me cuestan apreciar.
Gracias por leer.
*Publicado en la edición Nro. 904 del semanario “El suburbano”.
Que afirme “Nosotros hicimos obras que no se hicieron antes porque los otros se robaron la plata” solo lo puede hacer por dos razones. La primera es un ejercicio de desmemoria personal cuando habla de corrupción, como también de unos cuantos radichas; la segunda es que la memoria colectiva está enterrada por montañas de bosta, lo que permite a muchos bien pensantes, que se creen justos, que eligen a distintos.