Los vecinos de La Ribera que viven desde España hacía el lado de Ezpeleta quedaron aislados y sin transporte. Las líneas de colectivos debieron desviarse por obras en Cervantes pero decidieron no agarrar la calle Yoldi por una serie de hechos de inseguridad.
Una serie de obras complica la circulación en el barrio. Una en Cervantes y Otamendi obliga a todas las líneas que vienen por Otamendi a doblar en Yoldi hasta la avenida España. Pero otra obra en Cervantes y la 25 impide que continúen el recorrido habitual.
La propuesta era que continúen hasta el fondo por Yoldi pero los colectiveros decidieron no completar el recorrido. Una serie de apedreadas a unidades hizo que los choferes decidiesen “no arriesgarse” a circular por esa zona.
De esta manera una importante porción de La Ribera queda aislada y sin transporte y obligan a los vecinos a trasladarse, como mínimo hasta España.
Además, los lugareños elevaron las quejas porque, en el marco de los arreglos que están haciendo en la zona, derribaron las paradas de colectivos que había construido la ex IMPA hace ya unos cincuenta años que eran consideradas parte del barrio.