El pasado sábado se llevó a cabo en el auditorio Nicolás Casullo de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) el primer encuentro de acceso justo al hábitat denominado Tierra, Techo, Trabajo. Además de legisladores y referentes barriales participaron los obispos titular y auxiliar de Quilmes, Carlos José Tissera y Marcelo Margni, respectivamente, y el obispo de Lomas de Zamora y presidente de la Comisión de Pastoral Social del Episcopado argentino, Jorge Lugones.
El evento fue organizado por el Consejo de Barrios y Asentamientos de Quilmes, participaron legisladores, delegados barriales, referentes de organismos sociales y eclesiales. Con la consigna “Vivienda justa para todos” se debatió durante todo el día sobre las problemáticas que hay en torno a la vivienda y al cuidado del ambiente, siendo los más pobres lo que sufren mayormente los problemas ambientales y los embates naturales.
El último panel de la jornada tuvo como protagonistas al vicerrector de la UNQ, Alfredo Alfonso, a los obispos titular y auxiliar de Quilmes, Carlos José Tissera y Marcelo Margni, respectivamente, y al obispo de Lomas de Zamora y presidente de la Comisión de Pastoral Social del Episcopado argentino, Jorge Lugones.
Al tomar la palabra Tissera, hizo referencia a Agustín Ramírez, el “mártir de los sin techo” y recordó también a Gerardo Farrell, obispo coadjutor de Quilmes, de quien se conmemoraba el 18° aniversario de su fallecimiento. En seguida, continuó: “El obispo Jorge Novak hoy estaría aquí, y seguro que está. Los sectores políticos se ocupan de los pobres, pero lamentablemente pareciera que para hacerlos crecer en número. Existen pocas políticas que se ocupen de las verdaderas necesidades”. Y agregó: “Cuando la sociedad se quiere fundar sobre el dinero, se destruye. Porque la cuestión de las tierras es fundamental. Es triste saber que hay muchos hermanos que no pueden decir ‘tengo una casa’. Eso deshumaniza”.
Siguió el discurso del obispo Lugones: “Nosotros luchamos, pero nuestra lucha es pacífica”. Refiriéndose a la encíclica Laudato si del Papa Francisco, explicó: “la pastoral social propone una tierra para todos, rural, aborigen, urbana”. Y agregó: “En el conurbano el problema de habitalidad es serio; en los sectores más desprotegidos las viviendas son sumamente precarias”.
Por su parte, el obispo auxiliar de Quilmes, Marcelo Margni comentó que estuvo presente en la resistencia al desalojo de las familias asentadas en terrenos que pertenecen a la empresa PENTA S.A. en Bernal Oeste. Al respecto, comentó: “el gobierno municipal hizo el desalojo cuando había asegurado que no lo haría. Sentimos que nos mienten; uno confía y se miente, y eso da bronca; te hacen sentir que no vale la pena juntarse y dialogar”.
Críticas al acuerdo con el FMI
Desde el obispado de Quilmes manifestaron que este panel integrado por los obispos, es una muestra de apoyo de Tissera y de Margni a los dichos sobre el acuerdo del Gobierno con el FMI que el obispo Lugones recientemente pronunció en Radio María Argentina: “Hay diálogo con el Gobierno nacional, hay conversación y buenos modales, pero no hay hechos realmente visibles que ayuden justamente a los sectores menos protegidos que son los más pobres (…) Si nosotros tuviéramos mayor índice de Producto Bruto Interno (PBI), mayor comercialización, menor inflación se podría ver la posibilidad de pedir préstamos tan importantes, nada más y nada menos que al FMI, que sabemos a lo que aspira; lo ha demostrado ya en nuestra historia argentina, en una triste historia y deuda argentina: la deuda externa. Así que nosotros no vemos que esta sea una salida inteligente”.