Fabián Enrique, de 17 años, apareció muerto el martes con balazos por la espalda en las inmediaciones de Los Eucaliptus de Quilmes oeste. El adolescente habría intentado robarle -desarmado- el celular a un efectivo del Grupo Halcón y el oficial habría respondido con varios disparos.
Según la propia declaración del policía, él estaba con su uniforme y cuando estaba parado en un semáforo dos jóvenes se le avalanzaron e intentaron sacarle el teléfono. En ese momento, bajó del auto y les disparó al menos cinco proyectiles.
Se investiga si se trató de un caso de “gatillo fácil”, dado que los impactos de bala fueron por la espalda y el joven se encontraba desarmado. “Lo que pasó con mi hijo fue que un policía lo mató por la espalda, sin piedad. Lo mató como a un perro”, denunció a Clarín Claudio Enrique, padre del joven asesinado.
La investigación quedó en manos de la fiscal Karina Gallo, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 4 de Quilmes, quien dispuso el secuestro del arma reglamentaria del policía y caratuló la causa como “homicidio”.