Las elecciones del domingo dejaron expuestas las falencias que desde hace tiempo se veían en el massismo. Si bien en las primarias los números ya habían sido poco amigables para 1País en general, todavía quedaban esperanzas en particular. Pero los resultados fueron contundentes y dejaron fuera de juego a varios.
En la región, uno de los casos más destacados es el de Nicolás Russo, el concejal de Lanús que aspiraba a llegar a la Legislatura bonaerense ubicado en el tercer lugar de la lista de la Tercera sección electoral. Sin embargo, el 9.98 % conseguido no fue suficiente y no podrá acceder a la banca. En diciembre concluye su mandato como edil y es incierto cuál será su camino de ahí en más.
En su pago chico, donde es el principal referente del espacio que reunió al Frente Renovador y al GEN de Margarita Stolbizer, la lista local logró uno de los porcentajes más altos en el Sur del Conurbano. Y Si bien esos más de 10 puntos no cumplieron del todo las expectativas del espacio, se tradujeron en la posibilidad de ingresar dos voluntades al Concejo Deliberante: Sebastián Beroldo, quien renovó su lugar, y Marcela Fernández, la esposa del senador José Luis Pallares.
Lanús, la comuna gobernada por Néstor Grindetti, había sido una de las pocas donde los sectores massistas lograron armar una única nómina y evitar la interna en agosto. Algo que no pasó en muchas otras y colaboró a que los votos se dividieran más aún y no lograran aumentar la representación en el Deliberativo.
Pese al “ordenamiento” logrado, en la cual el también presidente del Club Atlético Lanús tuvo una gran injerencia, Russo y la fuerza política que integra no lograron escapar y quedaron atrapados “víctimas de la polarización”.