Suelta, desestresada y por momentos divertida, Cristina Fernández de Kirchner intenta mostrar una nueva imagen apuntada a la parte del electorado que le es esquiva. Esta mañana fue entrevistada por Elizabeth «la negra» Vernaci en una nota completamente fuera del círculo electoral. La ex presidenta parece llegar tarde a este cambio de formas.
En una larga charla de casi dos horas, trató de temas variados. Aseguró que «le va a costar a otra mujer llegar» a la Casa Rosada, sostuvo que durante el kirchnerismo «hubo intentos destituyentes muy claros». Culpó a los medios y a corridas financieras.
La sentencia política fue sobre la situación de su ex ministro de Planificación Federal, Julio De Vida y si podría las manos en el fuego por el: «Las manos en el fuego no las pongo ni por De Vido ni por nadie. Las manos en el fuego, por mí y por mis hijos, por nadie más».
El momento más incomodo fue cuando la histórica conductora de radio le preguntó por qué le habían dado tanta pauta publicitaria a los empresarios szpolski y Garfunkel en la que no quiso hacerse cargo. Vernaci remató con un pedido «¿les podes decir que nos paguen?».
Cristina parece llegar tarde a este cambio de perfil. A dos semanas de una elección insiste con entrevistas livianas donde habla de Néstor Kirchner y toca, apenas, los temas de actualidad. Algo que no hizo en los ocho año se que fue presidenta de la Nación. Hay dudas que este cambio, brusco, de estrategia qué pasó de insistir sobre la crisis económica a una mirada de revista del corazón sumé los votos necesarios para ganar en la Provincia.