Pese a los operativos de limpieza en los arroyos de la ciudad que el gobierno comunal se esfuerza en publicitar, la mugre en los arroyos es cada día mayor y los vecinos están preocupados. No sólo por los peligros que implica para la salud, sino también por el temor siempre latente de que a la primera lluvia fuerte vuelvan a sufrir las inundaciones.
Desde la salida de COLCIC (ONG que se encargaba de la limpieza de los arroyos) ni la provincia ni el municipio, que se muestra voluntarioso con operativos de limpieza cada 15 días con personal municipal, provincial y cooperativas, le encuentran la vuelta al problema.
No basta con la limpieza esporádica; hasta que se lleva adelante la obra que termine de una vez con los problemas que trae el desborde, es necesario que alguna empresa, cooperativa, ONG, u organismo, se encargue de la limpieza diaria de los arroyos en toda su longitud.
Para «no tener que limpiar», primero hay que «no ensuciar». Para hacer posible esta ecuasión hace falta «un cacho de cultura», que llegará «el año verde». Mientras tanto la mayor responsabilidad pasa por las autoridades del área, para preservar el saneamiento, limpieza y mantenimiento de los arroyo, principalmente para preservar la salud pública. ¿Será como pedirle peras al olmo?. CAMBIA, NADA CAMBIA.
son todos unos negros de mierda, para que no ensucien mas tendrían que construir al rededor unas rejas para que ningun mugriento pase por ahi