El operativo de seguridad desplegado en Quilmes por la presencia del presidente; Mauricio Macri, fue realmente descomunal. El mismo fue coordinado desde presidencia de la Nación e implicó decenas de móviles de seguridad, efectivos de todas las fuerzas, un amplio radio de calles cerradas, vallas y hasta cacheos y detectores de metales para funcionarios y jubilados.
Macri llegó alrededor de las 11 de la mañana al club “El Porvenir” ubicado en Moreno y Primera Junta de Quilmes este; pero desde temprano por la mañana un amplio radio entre las calles Mitre, las vías, Primera Junta y Guido estuvo cerrado al tránsito, con fuerte presencia de fuerzas de seguridad los alrededores que implicó a la gendarmería, policía bonaerense, Local y móviles municipales.
Ya en las puertas del Club donde arribó el presidente estaban ubicadas las vallas, las cuales sólo se podían traspasar con pulseras identificatorias, rojas para los periodistas, amarillo para funcionarios y candidatos, verdes para el público general, etc. Una vez que se lograba pasar las vallas personal policial efectuaba cacheos, revisaba bolsos y pasaba detectores de metales. Incluso fue fuerte la imagen de los jubilados que hacían una fila para pasar por el control.
El operativo llamó la atención de propios y ajenos; ya que si bien cada vez que el presidente llega a un lugar hay un importante operativo de seguridad, este en particular fue más amplio que y fuerte que otros. Funcionarios quilmeños consideraron que la magnitud del operativo está relacionado con las amenazas que recibió Macri.