Desde hace 21 años, los fieles de Florencio Varela y de toda la región, veneran la réplica del Señor de los Milagros de Mailin que llego bendecida en el Santuario de Santiago del Estero a la Capilla homónima del barrio Santo Tomás, un 14 de septiembre de 1996. Desde ese momento el primer fin de semana posterior a esa fecha los mailineros celebran en Florencio Varela la Fiesta Patronal del Señor de los Milagros (tercera en convocatoria e importancia en el país), coincidiendo con el día de la Exaltación de la Santa Cruz para toda la Iglesia Católica.
Bajo el lema “Señor de Mailín, queremos servirte en el hermano”, los festejos multitudinarios comenzaron el viernes en la Plaza ubicada sobre Beruti entre Casares y Tejedor, con el rezo de novenas, bendiciones, la Santa Misa, y el cierre destacado de la Orquesta Sinfónica Municipal; continuaron el sábado con bautismos, oraciones, misas y música con ritmo de guarachas, cumbias y chacareras.
El domingo se realizó la tradicional procesión donde cientos de fieles caminaron agitando pañuelos blancos y con canticos y bombos acompañaron la imagen del Señor de los Milagros de Mailin, desde la ermita de la Virgen en el bajo nivel de la Estación de Florencio Varela hasta la plaza donde se realizó la ceremonia religiosa central.
El escenario de la plaza se completó con puestos de comidas típicas, stands de artesanías, danzas y música de decenas de grupos folclóricos en vivo le dieron un imponente marco de alegría y color a la Fiesta que culminó por la noche con la presentación estelar del cantautor Peteco Carabajal.
El padre Lucio de la parroquia “Nuestra Señora de Guadalupe”, fue el encargado de oficiar la Misa, donde también estuvieron presentes el intendente en uso de licencia Julio Pereyra, y el jefe comunal a cargo, Andrés Watson.
“Es una gran alegría ver la gran convocatoria y como la gente se acerca cada año a celebrar la fe en Dios en este caso a través de la cultura santiagueña compartida con los varelenses. Es una buena oportunidad para hacer memoria de la propia historia personal, familiar y comunitaria para poder mirar con esperanza el futuro”, dijo el religioso.