Luego del crítico escenario que el temporal del fin de semana dejó en el distrito, la secretaría de Desarrollo Social de Quilmes, María Ángel Sotolano, evaluó como positivo el trabajo realizado desde la comuna. Si bien el panorama fue bastante complicado en varias zonas, remarcó que lograron brindar asistencia a los vecinos afectados.
La labor para asistir a los quilmeños que sufrieron las consecuencias de las fuertes lluvias que azotaron a la región comenzó el sábado por la noche. Participaron equipos de las áreas de Servicios Públicos, Emergencias y Defensa Civil.
“Fue un fin de semana intenso, un operativo bastante exitoso, mucha gente lo reconoció. El operativo arrancó el sábado a la noche y varios puntos preventivos, uno en los Eucaliptus y otro en el CIC Santo Domingo, donde equipamos el lugar para las familias que quisieron evacuarse”, relató la funcionaria en diálogo con El Termómetro y aclaró que hubo varios casos de “evacuación voluntaria”
Otro de los puntos más perjudicados fue La Matera, punto en el cual asistieron a “más de mil familias” y en el que trabajaron “hasta pasada la medianoche”. Entre otros elementos, entregaron colchones, frazadas y elementos de limpieza. Si bien ahora el tiempo mejoró, la funcionaria indicó que ahora vendrá la etapa en que tendrán que entregar chapas y tirantes a quienes lo demanden.
Por otra parte, más allá de los “recursos propios”, destacó la colaboración que llegó de parte de la Provincia y la Nación. «Desde el Comité de Crisis de Provincia nos proveyeron inmediatamente, ni bien caen dos gotas nos llaman para fortalecer la asistencia”, enfatizó y también agradeció la ayuda que llega desde Nación.
“Cada 45 días recibimos refuerzos. Si bien la necesidades mucha, estamos mejor que cuando llegamos, que había solamente diez colchones”, expresó y sostuvo que la situación no tiene que ver con que la demanda haya aumentado sino con que ahora se produjo un “ordenamiento” que permite llegar a más personas.
Por otra parte, Sotolano se refirió a las protestas que se iniciaron frente a la Municipalidad y afirmó que no se trata de “un grupo de vecinos del barrio Mozart” sino que tiene que ver con el caso particular de Mónica Valdivieso, la mujer que en enero se prendió fuego en el Municipio como parte del reclamo por las viviendas.
Ya no podemos hacernos los sorprendidos. Ante cada lluvia fuerte, cualquier vecino del distrito tiene capacidad de predicción acerca de la catástrofe que se avecina para los barrios más vulnerables. La política de nuestro intendente Molina no puede ser llamar a defensa civil cada vez que la tormenta se avecina, un gobierno municipal a la altura de las circunstancias debe poner manos a la obra en nuestros barrios también los días de sol.
Es prioritario un plan concreto de avance estructural para estas zonas olvidadas por los gobernantes, que incluya la urbanización de los barrios populares con la participación activa de los
vecinos, que garantice los derechos básicos como el acceso a las redes de agua potable, la extensión del tendido eléctrico, las conexiones cloacales y gas por red.