El premio Oscar a la mejor película del año se le otorgó al film Spotligth, que narra la investigación del matutino The Boston Globe sobre casos de pedofilia dentro de la curia. Sobre el final se exponen varios casos entre los que se cita los ocurridos en la ciudad de Quilmes. La referencia es a los casos de Luis Pezzolo y Rubén Pardo.
En el año 2002, el cura Pardo (foto), abusó de un adolescente de 15 años, y meses después reconoció el hecho, pero la denuncia penal quedó en la nada. No obstante, la madre de la víctima llevó el caso al fuero civil, que condenó a la diócesis de Quilmes a pagar 155 mil pesos. El Obispo de entonces, Luis Stöckler, estaba al tanto de la situación y sólo le aplicó una «amonestación» y lo exhortó a «mudarse de la jurisdicción parroquial». A los 53 años, Pardo murió víctima del HIV.
El otro caso resonante fue el del cura salesiano Luis Pezzolo, detenido en el 2003 acusado de «abuso con acceso carnal en concurso real con corrupción de menores» siendo director de la Obra de Don Bosco en Bernal. Pasó cinco años bajo arresto domiciliario, y consiguió la excarcelación en 2008, para esperar el juicio en libertad. Pezzolo tenía 69 años cuando fue denunciado en el año 2002, en ese entonces llevaba 13 años como director de la Casita de Miguel Magone, dependiente de los salesianos.
Cuando recibieron el premio, los responsables de la película, hicieron un pedido al Papa Francisco.