Con cuatro listas a nivel local y 3432 afiliados en condiciones de votar, la Asociación Trabajadores del Estado va a elecciones, el próximo miércoles, para renovar las autoridades de la seccional Quilmes. En medio una campaña caliente, guerra de carteles en los establecimientos públicos y acusaciones cruzadas entre los candidatos.
La actual secretaria General, Selva Guillen, deja su histórico mandato en la ciudad para competir a nivel provincial y se muestra como la principal amenaza que tendrá Oscar De Isassi, actual referente de ATE bonaerense. Esta situación se da luego de una ruptura en la lista verde. Una pelea política donde los, ahora, disidentes acusan a Pablo Michelli, Cachorro Godoy y al propio colorado de utilizar las arcas del sindicato para financiar la campaña de Victor De Gennaro para las primarias. Sin embargo, la irrupción de la disputa interna es mucho anterior las elecciones presidenciales.
A nivel nacional habrá seis listas, en tanto, para Quilmes habrá cuatro candidatos a Secretario Generales. Pedro Simonetti es quien quiere continuar con la posta que deja Guille. Apoderado de la lista Verde-Blanca, es el actual secretario adjunto de la seccional local.
“Los compañeros saben quiénes somos, como nos manejamos y que no usamos rodilleras. Presentamos una oposición al gobierno nacional, provincial y nadie puede decir jamás que no estuvimos en contra de como se quiso manejar esta gestión municipal con los empleados”, destacó Simonetti, para quién la elección será “más peleada” que la de 2011: “va a ser más ajustada. La división con la lista verde nos genera una merma de votos, pero la competencia es con la lista Azul del intendente”. Igual, se mostró con confianza: “vamos a ganar”.
La histórica lista Verde-AnusATe de la conducción del sindicato en Quilmes llevará como candidato a Claudio Arévalo. Integrante de la Comisión directiva provincial y cercano a De Isassi, el ex delegado del Hospital Materno Infantil de Solano, confía en sus expectativas «Estamos muy confiados en las elecciones, confiamos en los trabajadores. Lo vemos en cada lugar que visitamos» Asimismo, cuestionó la gestión de 30 años de las hermanas Guillén al frente del sindicato «no se puede tener una conducción de tantos años. Proponemos una conducción de máximo de dos periodos y cambiar».
La delegada de Bernal Oeste dos, Laura Ojeda, será la candidata por el ejecutivo local y representante de la lista Azul. En 2011, luego del arrastra importante que había dejado las elecciones nacionales el intendente Gutiérrez intentó arrebatar el sindicato a las Guillén, pero su intento fue infructuoso y sufrió una dura derrota en las urnas (70 para la verde 30 para la azul).
Ahora, entiende, la situación es distinta: “las expectativas son grandes y buenas. Estamos compitiendo por pedido de los compañeros que quieren un cambio», destacó Ojeda y aseguró que “las expectativas son grandes y buenas. Estamos compitiendo por pedido de los compañeros que quieren un cambio». Sin embargo, la delegada tuvo que defenderse de las críticas que le hacen sus competidores: “»estoy lejos de ser patrona. No soy delegada porque caí en paracaídas, soy una trabajadora”.
La cuarta lista, que corre detrás en las expectativas reales por quedarse con la conducción de la sección, es la Celeste. De tracción kirchnerista, es un desprendimiento de la Azul en discrepancia con la decisión de llevar funcionarios en los puestos de relevancia. Lleva como candidato a Sergio Florentin. “Contamos con la desventaja que vamos solo con la lista seccional, sin apoyo nacional ni provincial, pero aspiramos a la mejor elección posible, porque los compañeros de los lugares donde militamos nos conocen y saben que pensamos”, explicó quien encabeza la lista.
En las últimas semanas los estamentos públicos se vieron poblados de cartes que promocionan todas las listas. Pegados uno encima de otros, la guerra de carteles es grande y se siente más en los puntos de mayor concentración del personal, el edificio de la municipalidad, el Hospital de Quilmes y el de Solano. Sin embargo, la lista verde a través del aparato provincial pegó también carteles a lo largo de las calles de la ciudad.