En la previa a la reunión que convocará a dirigentes de todo el país, el titular de la Unión de Clubes de Quilmes, Diego Indicki, se refirió al “difícil momento” que están atravesando estas instituciones ante la no reglamentación de la Ley 27.098 “de promoción de los clubes de barrio y pueblo”. La normativa, que dispone ayuda económica y una serie de beneficios para las entidades, fue aprobada en 2014 pero aún no entró en vigencia a pesar del tiempo y los reclamos.
“Si se hubiese reglamentado la ley en 2014, hoy los clubes no estarían pasando por esto. Fue una ley trabajada por la mayoría de los diputados de todos los bloques: hasta 2015 no tuvo presupuesto pero mientras se podrían haber resuelto otros temas como la documentación y las tierras”, señaló en diálogo con El Termómetro.
El encuentro que se desarrollará esta tarde en la Ciudad de Buenos Aires tendrá como fin la elaboración de un documento que luego será presentado en la Cámara de Diputados. El objetivo es que, luego, algún integrante del Ejecutivo vaya a dar explicaciones “respecto a lo que pasa con la Ley”.
En ese sentido, el foco y los cuestionamientos están puestos en el secretario de Deportes de la Nación, Carlos Mac Allister, quien votó a favor del proyecto cuando era legislador “y ahora no da respuestas”.
Con este escenario incierto, Indicki contó que hay muchos clubes que, ante la imposibilidad de hacer frente a los incrementos en las tarifas “empezaron a engancharse” de los servicios. Además, aseguró que la las dificultades económicas producen modificaciones en la función específica y el rol que cumplen ese tipo de instituciones deportivas.
“Hay clubes que ya están en riesgo, es una pena decirlo pero hay muchas que funcionan como comedores, merenderos y ya se desvirtúa la función social. Nosotros queremos que vengan a practicar deporte, no a comer, pero la Argentina está viviendo una situación grave”, observó y precisó que en algunos casos “se modificaron los horarios de entrenamiento porque los chicos tiene n que ir a cartonear”.
En cuanto al plano local, recordó que los quilmeños “tenían la liga municipal más grande de la provincia”. No obstante, “ahora muchos se han ido”.
“No es por caerle a Martiniano (Molina) pero no vemos una reacción del gobierno acá, en Quilmes. Se tienen que dar cuenta que la situación de las instituciones es compleja: nosotros no le reclamamos plata sino que se ponga al frente del problema”, indicó.