El área de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (Girsu) volvió a ser foco de conflicto, esta vez los protagonistas fueron el Municipio y la Asociación de Trabajadores del Estado de Quilmes (ATE). La situación empezó a complicarse a fines de la semana pasada, cuando el gremio denunció que el delegado Jonatan Marcelo, había sido desplazado del Girsu al sector de Seguridad, por su parte el gobierno aduce que la elección tuvo un trámite irregular y que Marcelo no goza de los privilegios de un representante sindical.
El panorama se complicó aún más por presuntos 26 despidos en el servicio de recolección, motivo que llevó a ATE a la decisión de tomar las instalaciones ubicadas en avenida Los Quilmes y Zapiola en horas de la madrugada del lunes. A partir de esta decisión, tomó intervención la Justicia con un operativo encabezado por el fiscal de turno y titular de la UFI 5 Jorge Saizar, que contó con la participación de gran cantidad de efectivos policiales que impidieron la entrada y salida de personas.
Al lugar llegaron concejales de la oposición, con Ángel García a la cabeza, que no pudieron ingresar a las instalaciones por la negativa de los policías que custodiaban fuertemente el lugar. Poco antes del mediodía, Claudio Arévalo, secretario general de ATE Quilmes mantuvo un encuentro con autoridades municipales para tratar de alcanzar un acuerdo.
Luego de esta reunión que el titular del sindicato mantuvo con Pablo Cáceres (subsecretario de Alumbrado Público), Brian Neila (coordinación de Delegaciones) e Ignacio Chiodo (subsecretario de Coordinación Jurídica y Asuntos Penales), se decidió tener un nuevo encuentro el próximo 8 de mayo para lograr un acuerdo entre las partes.
Finalmente, los trabajadores dejaron las instalaciones del GIRSU y se retomaron las actividades que se vieron afectadas durante varias horas. Como consecuencia, se acumuló gran cantidad de basura en diferentes sectores del distrito donde no se brindó el servicio de recolección del turno mañana.