Después de varios cruces ocurridos el mes pasado, trabajadores de la secundaria 6 de Lanús denunciaron que recibieron alimento en malas condiciones por parte de los proveedores del Servicio Alimentario Escolar (SAE). Desde la institución de Villa Diamante, a través de ATE, reclamaron que les enviaron cajas de chocolatada que estaba “agria, con color y consistencia de agua podrida”.
“Tuvimos que comprar yerba y azúcar para hacer mate cosido. (Las cajas de leche) Las dejaron igual porque no aceptaron llevárselas. Estamos por hacer una nota para presentar en el SAE”, señalaron desde el establecimiento ubicado en Warnes y Murgiondo.
La polémica por el estado de la comida parecía concluida luego que la dependencia municipal emitiera un comunicado desestimando las denuncias recibidas –incluso, el intendente Néstor Grindetti rechazó las versiones y defendió la gestión del SAE. Sin embargo, los reclamos volvieron a aparecer.
En tanto, desde el organismo que preside Osvaldo Otero, indicaron que “sólo responden los reclamos que llegan por la vía correspondiente, es decir, (por parte de) la dirección del establecimiento que se trate”. “Si algo llegar a estar mal, con un llamado al SAE se soluciona en forma inmediata”, señaló a El Termómetro su titular.
En tanto, el secretario general de la seccional local del gremio de los estatales, Walter Pintos, remarcó que uno de los principales cuestionamientos es que no tienen datos sobre los proveedores con los cuales se maneja el Municipio.
“Por eso estamos pidiendo que los concejales hagan un pedio de informe y ahí sí van a tener que decir sí o sí cuáles son, cuántos son, quiénes son los proveedores y cuál es la empresa”, manifestó.
Antecedentes en San Luis
Hace un mes, un caso similar ocurrió en San Luis, donde a través de las redes sociales circularon videos en los que la leche que el gobierno provincial reparte en los merenderos estaba en mal estado. También se trataba de chocolatada Yatasto, la misma marca de la que llegó a las escuelas lanusenses. El Ministerio de Desarrollo Social puntano reconoció después que la partida no estaba apta para el consumo.