La intensa tormenta que azotó a la Capital y al Conurbano impactó fuerte en la región, donde se anegaron e inundaron calles, desbordaron los arroyos y se complicó la circulación. A través de las redes sociales, los vecinos manifestaron su malestar por la falta de obras que eviten este tipo de situaciones.
En Almirante Brown, las zonas más perjudicadas fueron Rafael Calzada, Glew, Longchamps, Malvinas Argentinas y Minisatro Rivadavia, donde el agua inundó una gran cantidad de cuadras, muchas de ellas de tierra, incluso tapó veredas e ingresó a las casas. Las quejas dirigidas a la gestión de Mariano Cascallares estuvieron a la orden del día.
“La solución que nos dieron para que no nos inundemos fue destapar las zanjas: bueno, les cuento que no tuve éxito así. Estoy re podrida de que cada vez que llueve tengo que estar nerviosa porque no me entre agua a mi casa porque ustedes hacen todo mal”, escribió Patricia, una vecina de Calzada, en referencia al gobierno local.
En ese sentido, remarcaron que “prometieron entubar” y hasta ahora no hubo novedades. “El agua no tiene salida y los vecinos tampoco”, agregaron.
Por el lado de Quilmes, tal como era previsible, desbordó el arroyo Las Piedras a la altura de la calle 850. Los residuos no tardaron en salir a flote y dejó el crítico panorama en el curso de agua. La Matera fue otro de los barrios fuertemente afectados.
Un escenario similar se vivió en Lanús, donde también se inundaron varios puntos de la comuna que dirige Néstor Grindetti. La acumulación de lluvia perjudicó las inmediaciones “de la súper obra del puente Lacarra”, tal como lo manifestaron los habitantes del lugar. Puntualmente, la calle Marco Avellaneda entre Murguiondo y Yatay, en Villa Jardín.
“Es increíble que no se pueda ni salir ni entrar de República Argentina y Ucrania cada vez que llueve. Hay grandes pozos no visibles por el agua: señor Néstor Grindetti, ¡podría revertir l situación?, se preguntó Lilian, una vecina de Valentín Alsina
En el mismo sentido, reclamó que desde hace años las circunstancias son las mismas “y nunca mandan a ver cómo solucionarlo”.
“Yo necesito trabajar, por lo tanto el paso de mi puerta de salida y entrada debe estar desagotado así como el de mis vecinos. Capaz menos placitas y más reparaciones, desde ya mil gracias. Quizás no estaba al tanto, ironizó la mujer.