Casi 20 personas fueron detenidas en un gran operativo que se realizó ayer por la noche en las inmediaciones de la IAPI de Bernal oeste y Villa Springfield. Los allanamientos se llevaron adelante pocas horas después de que el párroco de la iglesia Espíritu Santo haya denunciado públicamente los hostigamientos que sufrió por la lucha contra el narcotráfico en el barrio.
Las amenazas al padre Jorge Cloro comenzaron cuando dos personas en moto interceptaron a un agente pastoral de la iglesia y le dejaron un mensaje para el religioso: «Gordo, que no se meta en la calle, decile al cura que solo haga misa». A raíz de este y otros episodios, el intendente Martiniano Molina y obispo Carlos Tissera llevaron su apoyo.
Ante el pedido del sacerdote de “acción” para combatir a los narcos, personal de las comisarías, Grupo GAD, Policía Local, Infantería, Caballería y el Grupo Halcón se desplegaron para actuar contra 18 objetivos diferentes, bajo la intervención de la UFI y J N° 20 de la doctora Clarissa Antonini, del departamento judicial de Quilmes. Los allanamientos se hicieron en las cercanías de la parroquia ubicada en 175 entre Formosa y Chaco.
Como resultado de los allanamientos, un total de 19 personas fueron capturadas en la causa que fue caratulada como «tenencia de estupefacientes para su comercialización agravada”, “tenencia ilegal de arma y atentado a la autoridad».
Según pudo averiguar El Termómetro, se trata de una banda lideradas por hombres de nacionalidad paraguaya, que se encargaban de la venta de drogas para luego lavar dinero mediante el alquiler de departamentos hechos con el dinero del narcotráfico. Además se logró secuestra varias armas de fuego, sumado a 457,5 gramos de marihuana, 210 de gramo y 212 de cocaína.
Casualmente los allanamientos se dieron el mismo día en que el cura reunió a medios nacionales y locales para denunciar no sólo las amenazas sino también el desastre que las drogas están haciendo con los jóvenes del barrio. Previo al escándalo público las fuerzas de seguridad y la justicia brillaron por su ausencia pese a los constantes reclamos del barrio.