Luego de una jornada en reclamo de la declaración de la emergencia alimentaria en el país, organizaciones sociales adelantaron que ampliarán el “plan de lucha” hasta tanto la administración de Mauricio Macri se haga eco del pedido. Como argumento central sostienen que hubo un marcado incremento en la cantidad de niños que asisten a los comedores barriales, así como su consecuente suba en la demanda de comida.
“No va a ser fácil porque hay una decisión Gel gobierno de no cambiar el rumbo de la política. En lo local, a la vez que se duplican los comedores no hay respuesta del Municipio, su una política de no resolver el problema como es el hambre: se producen alimentos pero no hay una política para que lleguen a la gente”, expresó en declaraciones a El Termómetro Matías Esteche, integrante de la Corriente Clasista y Combativa (CCC) de Quilmes.
En ese contexto, ayer se instalaron ollas populares en todo el país con el objetivo de visibilizar y “hacerle llegar a la gente” una problemática que, aseguran, “es cada vez más desesperante”. “Teníamos comedores que arrancaron a principio de año, con 20 o 30 chicos y ahora tienen casi el doble. Las familias se acercan y no son sólo familias de desocupados sino que son trabajadores precarizados”, detalló.
En el plano distrital, el dirigente social mencionó que para su labor reciben una “pequeña porción de alimentos para la merienda” y otro tanto del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación para el almuerzo. Sin embargo, remarcó que “no es suficiente” debido al crecimiento de la necesidad de asistencia.
Frente a la falta de respuestas, en conjunto con la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) y Barrios de Pie, prevén una serie de medidas para seguir reclamando en las próximas semanas. Según ya adelantaron, el jueves 27 se hará un acampe “por tierra, techo y trabajo” y el 7 de agosto habrá una movilización desde la parroquia San Cayetano –en Liniers- hasta Plaza de Mayo.