En la última sesión ordinaria del HCD local, el bloque de concejales del FPV hizo uso de la mayoría automática para aprobar una polémica resolución que establece el reemplazo de los colores de las instituciones educativas por el de la gestión, naranja y ocre.
La resolución se ampara en “la participación de la comunidad educativa en la decisión”, y pone de ejemplo la creación de la bandera distrital y sus colores, creada por los estudiantes del distrito. No obstante, dicha bandera también incluye los colores verde, celeste y blanco, colores que no figuran como opción para las paredes de las escuelas.
Además, la decisión de cambiar la fachada de una institución de educación pública no es ni de la comunidad educativa, ni mucho menos de la gestión, sino de la dirección general de escuelas y lo que ello compete. Según observaciones de la oposición, los colores naranja y ocre solo refieren a “un bajo intento de hacer clientelismo con las educación, para una campaña electoral que pinte la ciudad con los colores de la gestión mussista”.