En el peronismo la especulación está a la orden del día de cara a la elección legislativa que se viene. Desde un importante sector siguen en búsqueda de la unidad, mientras que Randazzo continúa con sus tímidas apariciones planteando que va a pedir la interna.
La posibilidad de que Cristina Kirchner sea candidata a senadora nacional por la provincia de Buenos Aires comienza a diluirse, pese a ser la que mejor mide en el conurbano bonaerense más precisamente en la populosa tercera sección electoral. Por cómo está planteado el mapa del peronismo hoy, muchos piensan firmemente en una interna entre el ex gobernador, Daniel Scioli, acompañado por el kirchnerismo y buena parte de los intendentes de la provincia contra el ex ministro de transporte, Florencio Randazzo, acompañado por un sector del Grupo Esmeralda, el Movimiento Evita y la UOM, que conduce Antonio Caló, entre otros. En base a esa hipótesis comienzan a delinear muchos sus estrategias locales.
Pero el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, dio algunas señales que tuvieron distintas lecturas y despertaron una serie de especulaciones. El jefe comunal comenzó hace algunas semanas a mostrarse mucho más cerca de Daniel Scioli y los sectores kirchneristas y lejos del Grupo Esmeralda, sector del que supo ser su mayor exponente y que pedía por la “renovación” del peronismo.
A partir de estas señales y varias conversaciones privadas, que toman curso en los mentideros políticos de la provincia, comenzó a sonar una nueva fórmula que podría llevar a la tan compleja unidad del peronismo. El tándem Insaurrale – Magario candidatos a senadores nacionales y Daniel Scioli primer candidato a diputado nacional, podría ser la llave para abrir la puerta de la unidad.
Con Inasurralde encabezando se rompe el Grupo Esmeralda y se desdibuja la posible candidatura de Randazzo, la jugada pondría también a otros intendentes como Katopodis o Zabaleta en un lugar incómodo y hasta podría desembocar en que el ex ministro no pueda sostener su candidatura o pretenda jugar por afuera del PJ, lo que sería para muchos un suicidio político ya que no contaría con apoyos fuertes y favorecería claramente a Cambiemos.
El peso territorial de una fórmula Insaurralde – Magario es innegable, el intendente de Lomas goza de una muy buena imagen y Daniel Scioli traccionaría acompañado por el kirchnerismo. Todo esto con el apoyo claro de la ex presidenta, Cristina Kirchner.