Los reclamos por las condiciones edilicias de las escuelas de Berazategui vienen siendo foco de críticas de padres y maestros durante el corto ciclo lectivo del año 2017, pero el caso de la Escuela Primaria N°5 de Berazategui, Don José de San Martín ubicada en la calle Lisandro de la torre 1684, roza lo extremo.
Por falta de aulas que alberguen a la numerosa cantidad de chicos que asisten a la institución, los directivos de la escuela resolvieron alternar las clases entre la modalidad presencial y la educación en sus hogares. Los chicos y chicas que cursan actualmente cuarto grado en la Escuela N° 5 tienen clases cada una semana, dependiendo de la división.
Los chicos de 4°A asisten a la escuela mientras sus compañeritos de 4°B estudian en sus casas con la “tarea para el hogar” que les encomiendan las maestras, a la siguiente semana, la situación se invierte.
Como si las clases semanales fuesen poco, las pocas aulas con las que cuenta la escuela fueron cedidas a la escuela secundaria que está a la vuelta y “rediseñadas” para albergar dos cursos en un mismo horario. Actualmente los chicos de primer y segundo grado, estudian con alumnos de secundaria de entre 13 y 16 años. El hacinamiento de alumnos se suma a las conflictividades pedagógicas y de salubridad que implica la mezcla de edades en un mismo ámbito educativo.
Las condiciones edilicias tampoco son las adecuadas para dictar las clases ya las paredes están sin pintar, no tienen calefacción ni ventiladores y los techos, literalmente, se cayeron.
Ante las denuncias de los padres, desde la municipalidad se comprometieron a arreglar la escuela y construir sobre la misma un segundo piso en donde se instalarían más aulas. Más allá de que los dichos del gobierno solo hayan quedado en promesas, la Primaria N°5 no está en condiciones de recibir el peso de un nuevo piso, debido a los mas cien años con los que cuenta la construcción.
Patricia Rodríguez, es la mama de Elian, alumno de la institución quién padece TGD por lo que necesita de atención y cuidados especiales. La mujer dialogó con este medio y explicó: “Yo estoy muy contenta con la atención que recibe de los maestros, pero es triste ver esa calidad humana perdida entre los escombros”. Por otro lado la mujer problematizó sobre la situación educativa en el distrito y manifestó: “Tuvimos que venir acá porque en ninguna otra escuela pública lo querían recibir. Me dijeron que tenía que pagarle un acompañante, y garantizarles que esté medicado porque sino no lo aceptaban. Esta fue la única escuela que nos dio lugar, pero a mí me preocupa mucho que tenga que estudiar así”.