Los casos de “conflictos de intereses” parecen ser la marca registra del Gobierno macrista. Ahora le tocó a la Provincia. El nuevo titular de la obra social bonaerense IOMA, Carlos D’Abate, que a días de asumir se conoció que preside la firma FARMARECORD, empresa que presta servicio a laboratorios farmacológicos.
El dato más sorprendente, es que quien nombró como vicepresidente, Alejandro Requejo, síndico en dos empresas del Grupo Bapro, es también uno de los socios de su empresa, según contó el portal de la revista La Tecla.
No es nueva la decisión de poner un empresario a conducir el destino de la obra social de los trabajadores bonaerense y la mayoría suelen estar ligados de alguna manera al mundo médico.
En el caso de D’Abate, FARMARECORD es una empresa, que según su página web brinda servicios “de procesamiento y gestión de prestaciones farmacéuticas, que cubre las necesidades generales de los agentes de salud en cuanto a la administración, control y liquidación de recetas médicas”.
Para dichas empresas procesan miles de recetas mensuales, realizando un servicio integral de grabación, auditoría y liquidación para diversas obras sociales como la Asociación Mutual Empleados Banco Provincia (AMEBPBA), entre tantas otras.
El dato de color político sobre el nuevo presidente de IOMA es que fue asesor en el Senado de la Nación del ex presidente de la Nación, Carlos Menem.