En la madrugada del martes, la comunidad de la Unidad Sanitaria 2 de Abril sufrió un violento robo que causó conmoción entre el personal y los vecinos. Antonia, enfermera de la unidad sanitaria, dialogó con #TTT y explicó los sucesos.
Según detalló la mujer, una vecina recurrió a ella para avisarle que la puerta principal del lugar estaba abierta e inmediatamente se acercaron a ver qué había pasado y se encontraron con el ingreso forzado; los insumos de la salita desperdigados por el piso, rotos y sucios de fluidos humanos. Al respecto Antonia detalló: «Destrozaron las puertas, ventanas e instrumentos de la unidad sanitaria, se llevaron las vacunas de los chicos y remedios. Hicieron pis arriba de las vacunas y realizaron sus necesidades arriba de las leches, sufrimos el vandalismo mas grave que ha habido».
En el centro de salud se atienden en promedio doscientas personas por día, y se entregan 1800 turnos por mes, a lo que hay que sumarle la cantidad de casos de urgencia que se atienden. En esa línea Antonia aseguró: «Tenemos todas las especialidades y atendemos todos los casos. La sala está abierta hasta las 18hs, las urgencias siempre las hacemos atender e incluso facilitamos ambulancias para los casos que debemos transferir» y problematizó: «»Habíamos hablado de poner una guardia de 24hs pero estas cosas te sacan las ganas».
Es la segunda vez en el año que la Unidad Sanitaria 2 de Abril sufre un robo, en la primera ocasión se llevaron las computadoras e insumos, pero ésta vez fueron los destrozos los que llamaron poderosamente la atención de la comunidad. «Nosotros atendemos gente de todos los barrios, es una salita que tiene de todo, es una vergüenza porque es gente que viene con sus chicos a atenderse acá», explicó Antonia quien aseguró que allí se atienden familias de casi todos los barrios de Quilmes debido a la complejidad y especialización de la atención.
La investigación está a cargo de la Comisaría Novena y representantes del gobierno ya se acercaron al lugar para ver la situación que están atravesando en el centro de salud local aunque Antonia aseguró que «Me dijeron que no hable, porque enseguida te amenazan, pero si no hablás sigue pasando».